Los hay de cera, históricos, de juguetes, de chocolate, cybermuseos, de historia, de Arte, entre otros. En el Día Internacional de los Museos, la Mgtr. Cristina Vargas habla sobre ellos.
Por Elena Belletich Ruiz. 18 mayo, 2015.La Mgtr. Cristina Vargas Pacheco, docente de la Licenciatura de Historia y Gestión Cultural de la Universidad de Piura, explica que los museos juegan distintos roles en la sociedad: “Preservan los signos tangibles de la identidad de una comunidad, tratando de perpetuar su vida a través de la conservación y restauración; estudian esas manifestaciones culturales, documentando la vida del hombre; y, exhiben o hacen visibles los bienes culturales conservados”.
El Día Internacional de los Museos (18 de mayo) fue instituido hace 38 años, por el Consejo Internacional de los Museos (ICOM), que indica que en las celebraciones del 2014 participaron alrededor del 35 000, de 143 países.
Para qué sirven los museos
Para la profesora Vargas, especialista en Museología, los museos (si están bien gestionados) deben ser entendidos como inversión y progreso. Explica que la museología se interesa por entender “la relación del hombre con el objeto museal, pues allí está el quid del aprendizaje que se vive en el museo. Esta ciencia, trabaja en coordinación con otras como la Arqueología, la Historia, la Historia del Arte, la Biología, la Medicina y un largo etcétera. De este modo, se puede reflexionar (y ayudar a comprender) sobre la historia de un grupo humano o sobre su visión de la vida en un determinado momento y en un aspecto específico. Incluso, sobre la manera en que nos hemos visto en el pasado. Ello nos ayuda a meditar sobre cómo debe ser nuestro futuro”.
En cuanto al aspecto económico o posible rentabilidad, Vargas señala que no hay que mirar estos sitios, “únicamente desde una perspectiva economicista (como se está haciendo en el presente en las grandes franquicias de museo, por ejemplo), sino también como una inversión que redundará en el tema económico (un museo puede ser el gran dinamizador de la vida turística de una ciudad) y en el bienestar de la sociedad (trabajando en valores cívicos, el tema de la tolerancia, entre otros). Y ello nos lleva una vez más al rol educativo y cultural que puede cumplir un museo”, sostiene.
Cómo gestionar un museo
En la ciudad de Piura, los más visitados y con mayor organización son El Museo Municipal Vicús a cargo de la Municipalidad de Piura (aunque esta no cuenta con una gerencia de cultura que lo gestione); y la Casa Museo Almirante Miguel Grau, que tiene carácter de museo naval, administrado por la Marina de Guerra del Perú. Existen otros en la región, como el Museo de Sitio de Narihualá, el Elba Sarango y el de Sullana, etc.
La Mgtr. Vargas recomienda, para optimizar el rol de los museos, “aplicar todos los conocimientos que la Museología, la Arqueología, la Historia –y también la Conservación–, etc. brindan. Hay que dejar de verlos como lugares elitistas, donde solo un grupo selecto es el llamado a ser el público objetivo o cautivo. El museo debe ser pensado como un lugar para todos”. Actualmente, su público cautivo son los escolares, acompañados de docentes; algunos turistas y, en menor número, público diverso.
Para su gestión, deberían contar con personal capacitado que ayude a darles una mirada moderna y sobre todo científica. “Lo único que hace falta es escuchar a quienes pueden aportar, sobre el nuevo rol de los museos en la sociedad. Hay que desterrar la idea de que es un lugar aburrido, empolvado o ‘casi’ un depósito. Además, hace falta arriesgarse a cambiar la perspectiva museal de la ciudad, invirtiendo en ellos; ver los ejemplos de otros departamentos como Lambayeque, La Libertad… ”, señala la especialista.
Museos y sostenibilidad
El ICOM, al elegir el tema de Día Internacional de los Museos ha expresado: “se reconoce así el papel de los museos para concienciar al público sobre la necesidad de una sociedad menos derrochadora, más solidaria y que aproveche los recursos de una manera más respetuosa con los sistemas biológicos… Se pretende fomentar en toda la sociedad una mayor concienciación sobre las repercusiones actuales de la acción del hombre en nuestro planeta y de las necesidades imperativas de cambiar el modelo económico y social”. Pero, ¿cómo lograrlo? Hacen falta estrategias y planes que fortalezcan los objetivos y metas de los museos.
Es necesario convertir estos lugares en espacios de diálogo y encuentro. De otra manera, advierte Cristina Vargas, “un museo sin visitas, está condenado al fracaso y la muerte. El museo debe propiciar la acogida de los visitantes, siendo accesibles desde lo físico hasta lo intelectual. De este modo se permite un diálogo fluido, sobre temas que toquen las problemáticas actuales (las cuales son producto a su vez, de un devenir histórico). Esa idea nos remite a la noción del museo foro. Las preocupaciones más latentes pueden ser analizadas también desde la perspectiva museal. Por ejemplo, el cambio climático, se puede tratar si se conoce cómo era la relación de nuestros ancestros con el medio ambiente que habitaban. O, para hablar sobre la violencia, se puede hacer a través de alguna película o un libro a comentar, a través de las actividades que proponga el museo. Así, este puede darnos muchas lecciones”, indica la docente.
En resumen, “el museo debe comunicar. Mientras no haya una comunicación fluida, a través de la publicidad de exposiciones bien pensadas, de actividades, de proyección hacia la comunidad, no habrá comunicación y la gente no lo visitará. Simplemente, no existirá para ellos y no cumplirá el rol vital, social, que está llamado a cumplir”, dice la especialista en Museología.