Carmen es experta en Educación inicial, especialista en Psicopedagogía; con estudios en estrategias sobre el manejo de la conducta de niños y adolescentes; y, sobre todo, es madre.
Por Elena Belletich Ruiz. 08 mayo, 2015.La profesora Carmen Landívar, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, está convencida de que ser madre es el mejor regalo que Dios concede a una mujer y, además, “es un arte que, requiere de mucha sabiduría para poder entender y dar las respuestas necesarias y oportunas a los hijos. Es acompañarlos en sus proyectos, en su toma de decisiones; es dejarlos ser y, en algún momento, dejarlos ir”.
Cómo ser una buena mamá
Landívar, afirma que ser papá o mamá biológicos es muy sencillo; pero, lo importante es ser padre o madre competente. Para ello, dice, hace falta capacidad para ayudar a los hijos a ser mejores, contribuir a su desenvolvimiento en la vida, fortalecer sus capacidades para que puedan convertirse en personas responsables, equilibradas, inteligentes y felices.
Anota que, en esta tarea, son fundamentales la paciencia y la ternura, para trasmitir seguridad, confianza y para que los hijos se sientan queridos. Además, “la espiritualidad es una de las condiciones que debe tener una madre, para desarrollar esa dimensión en los hijos, desde niños”.
En realidad, sostiene la docente universitaria, son muchos los valores que requiere una madre, pero el fundamental es el amor “este es como un faro que ilumina a todos los demás y que nos permite cumplir a cabalidad nuestra función”.
El hogar y la educación de los hijos
La experta en Psicopedagogía explica que la coherencia de vida, el ejemplo y las actitudes de los padres (papá y mamá) frente a los hijos, son factores decisivos para educarlos. “Si queremos que sean generosos, agradecidos, amables, solidarios, responsables, enseñémosles con el ejemplo. Construyamos relaciones veraces con ellos, para que valoren la importancia de la vida en familia y sepan que el éxito personal se mide por el que tiene cada uno de sus miembros”.
La Mgtr. Carmen Landívar anota también que en el hogar, los niños aprenden valores básicos para triunfar como estudiantes: la perseverancia, responsabilidad, puntualidad, la firmeza que le da seguridad para defender sus principios e ideas; la sociabilidad, para trabajar en equipo; la generosidad para ayudar a otros…
La familia y la sociedad
La educadora señala que es en el hogar donde “se gesta el potencial de una nación; de allí la enorme responsabilidad que tenemos los padres de proteger a la familia en sus aspectos material y espiritual. Desde la familia, podemos aportar elementos valiosos, personas honestas y de fe, para que la sociedad cambie y se enriquezca. Cada uno de nosotros, los padres, somos elementos claves de la sociedad en que vivimos y contribuimos a ella con hijos bien criados, personas preparadas para desenvolverse en la vida. En esta tarea, la más ardua y hermosa de la vida, se cimienta o se edifica –en cada criatura hombre o una mujer–, la familia, la célula de la sociedad”, explica Landívar, quien está a punto de celebrar sus 35 años de matrimonio.
Carmen Landívar resalta la importancia de la familia, con palabras del papa Francisco: “la familia es un ‘centro de amor’, donde reina la ley del respeto y de la comunión, capaz de resistir a los embates de la manipulación y de la dominación de los ‘centros de poder’ mundanos”, anota.