La especialista dijo que “casarse representa un gran desafío”. Pidió a los jóvenes defender este estado asumiendo el compromiso del matrimonio con responsabilidad.
Por Tania Elías. 30 junio, 2015.El poder del matrimonio se manifiesta en el servicio recíproco del uno con el otro, recordó la especialista Mariela Briceño de Caminatti en la jornada organizada por el Instituto de Ciencias para la Familia como parte del conversatorio La Humanidad de la Familia.
“Hay un amor mutuo que lleva a todo el conjunto de relaciones interpersonales de la vida conyugal, a que se den y a que estén presentes en la generación, en la educación de los hijos, en la formación y desarrollo del hogar y en la ordenada realización de la inclinación sexual. La ayuda mutua es una dimensión constante y típica de la vida matrimonial, está presente en la tendencia y en la obtención de todos los fines del matrimonio”, aseveró
La especialista indicó que el matrimonio, en cuanto a pareja ya unida, “es una estado o situación permanente que no pasa y perdura en el tiempo de vida que tengan los esposos. Además, nace de una decisión libre y voluntaria”.
En la conferencia en la que participaron docentes y padres de familia de algunos centros educativos, remarcó que el matrimonio implica un compromiso, “una entrega total y real del uno y del otro, hay una complementariedad para servirse el uno al otro y ayudarse mutuamente, con sus características propias. Ella aporta su afecto e intuición femenina; él, su objetividad, su manera de ver las cosas de forma directa, la seguridad, fortaleza, etc.”.
Briceño de Caminatti, quien tiene 35 años de casada y es madre de 6 hijas, dijo que el poder del matrimonio radica en “esa chispa que hace que él y ella quieran unirse, que no es otra cosa que el amor conyugal”. Pidió a los jóvenes asumir este reto y defender el matrimonio. “Los chicos piden ejemplo de un matrimonio bien constituido. Hagamos que nuestra juventud apueste por el matrimonio, que se comprometa con lo bueno”.
La seguridad en la familia
El ingeniero Edilberto Vásquez Ríos, con 22 años de casado y padre de 6 hijos, recordó que el desafío del matrimonio está en la fidelidad ‘en lo adverso y en la enfermedad’, y ello conlleva a una responsabilidad muy seria en los esposos. “Hay que asumir el compromiso y atravesar todos los desafíos del matrimonio, de lo contrario la familia se derrumbará, la sociedad se derrumbará”, enfatizó.
Señaló que el amor de la familia da seguridad a cualquiera de sus miembros para salir adelante. “Aprendiendo de las dificultades, la familia se consolidada, se vuelve fuerte, se le abren nuevos horizontes”, explicó.
Recordó que la familia es una escuela de virtudes y –con la gracia de Dios- en el matrimonio, los esposos son los principales formadores de los hijos. “Por eso deben enseñarles a afrontar las adversidades de la vida; con su ejemplo les inculcarán los valores”, indicó.