Gisela Blanco Gómez, experta en acoso sicológico en el trabajo y especialista en factores psicosociales laborales, es una de las profesoras del Diplomado de Psicología Ocupacional, que inicia el 15.
Por Elena Belletich Ruiz. 10 agosto, 2015.La Mgtr. Gisela Blanco, máster en Psicología por la Universidad Simón Bolívar (Venezuela) destaca la necesidad de que las organizaciones ofrezcan el servicio de salud y seguridad y cuenten con un psicólogo o servicio de Psicología. Esta disciplina contribuye a “proveer ambientes de trabajo cada vez más saludables, y trabajadores con mayores estados de bienestar dentro y fuera del trabajo”, subraya.
Blanco, una de las profesoras del Diplomado de Psicología Ocupacional que dictará la UDEP, a partir del 15 de agosto, explica la importancia de esta área de la psicología que se encarga del “estudio de los aspectos psicológicos, sociológicos y organizacionales de la dinámica de la relación salud y trabajo”.
¿Un psicólogo en las empresas?
Gisela Blanco refiere que hoy en día es cada vez más importante la presencia y el rol de este profesional en una organización: “participa desde las evaluaciones pre-empleo garantizando –en buena medida– que el proceso de selección adecue las competencias del trabajador a las exigencias y condiciones del puesto de trabajo. Asimismo, interviene en la evaluación del ambiente psicosocial laboral para generar acciones preventivas y elaborar el programa de salud y seguridad, entre otras acciones, que ayudarán a tener condiciones de trabajo cada vez más seguras y saludables y, por ende, trabajadores con mayor bienestar integral”.
Los expertos en salud ocupacional contribuyen al desarrollo de acciones, en materia de prevención de los efectos negativos del trabajo. “Así, por ejemplo, evalúan las condiciones de trabajo; participan en la capacitación, formación, evaluaciones a nivel grupal e individuales e intervenciones grupales. Su trabajo está enfocado, por una parte, en la prevención de la enfermedad; y, por otra, en la promoción de la salud”.
Blanco recomienda no confundir al especialista en psicología de la salud ocupacional con el psicólogo clínico tradicional. De acuerdo a sus observaciones y evaluaciones, el psicólogo ocupacional podrá “generar y proponer sistemas de gestión eficientes en términos de la salud integral de los trabajadores. En otras palabras, la mayoría de las horas de su trabajo estarán dedicadas a atender los aspectos psicosociales presentes en la organización; y, en una menor proporción, a la atención individual de los trabajadores, canalizando sus intervenciones e incluyendo referencias, a otros profesionales de salud mental”.
Estrés, monotonía, fatiga…
Los problemas más frecuentes, peligros o riesgos de efectos negativos de un trabajo son: el estrés ocupacional, la monotonía, la fatiga, el síndrome de ‘estar quemado por el trabajo’, que producen sufrimiento en el trabajador y hay que atenderlos. “De ahí que sean de vital importancia, las medidas preventivas para que el daño no aparezca; tal y como hacemos para el control de los riesgos físicos, químicos, biológicos en una organización, con la finalidad de evitar el daño sobre el trabajador y un posible accidente o una enfermedad de origen ocupacional”.
Con la premisa anterior, son conocidos algunos de los factores laborales que afectan la salud en el trabajo: “las altas exigencias laborales: cuantitativas (cantidad de trabajo), emocionales (puesto que exigen manejar las emociones de otros y las propias por ejemplo cajeras, docentes, personal de salud), presión de tiempo, pocas posibilidades de tomar decisiones, estilos autoritarios de liderazgo, roles poco claros, entre los más importantes.
También encontramos factores extralaborales que influyen en la salud como: conflictos familiares, condiciones de vida en general (difícil acceso a los servicios básicos: electricidad, agua, transporte, vivienda, etc.), porque cada vez más lo que sucede fuera del trabajo influye en la salud, al igual que lo que sucede dentro, ya que somos una unidad inseparable”, anota la especialista.
Medidas preventivas
En primer lugar, dice la Mgtr. Blanco, se deben identificar estos factores. Luego, se debe realizar un plan de gestión que forme parte del programa de salud y seguridad de las empresas. Este plan, lo debe adelantar el equipo multidisciplinario, que conforman los servicios de salud y seguridad al lado de los trabajadores organizados. La participación de estos, en todas las fases (identificación, construcción del programa e implementación de las acciones) es de vital importancia y ofrece garantías para el éxito de la gestión en salud y seguridad”, subraya.
La experta venezolana pone especial énfasis en señalar que tanto la estabilidad psicológica, como el bienestar general de los trabajadores son muy importantes: “para ellos, su familia, la sociedad y el país. Los estados de bienestar generan mayor satisfacción, felicidad, y, como consecuencia, esto impacta sobre la productividad y la familia (los estilos de crianza más relajados y donde el disfrute forma parte la vida familiar). De forma indirecta, es posible que al generar espacios de trabajo saludables también se produzcan espacios de vida en sociedad (y viceversa), donde se fomente la cultura de la paz, el disfrute, el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar y social”, puntualiza.