El filósofo, músico y director de orquesta comenta acerca de la manera de cultivar las artes en el siglo XXI.
Por Jaim Córdova. 10 septiembre, 2015.
El director bilbaíno de la Orquesta Académica de Madrid destaca la importancia del cultivo de las artes, tema que abordará en el conversatorio que organiza el Centro Cultural UDEP. Además, comparte su emprendimiento en un proyecto musical que busca llevar el mensaje de alegría y hermandad de la Novena Sinfonía de Beethoven a toda la humanidad, sobre todo a los menos favorecidos.
¿Cómo sucede el cultivo de las artes en las universidades?
Si consideramos que el fin de una universidad es que sus miembros y, sobre todo sus alumnos, adquirieran una mirada amplia y de transversalidad, entonces, hay que hacer una gran labor de divulgación para mostrar el lado amable y no aburrido de la cultura.
¿Cómo aparece el arte en la vida del ser humano?
Las cuestiones que más le importan a los seres humanos, y que son básicamente las que tienen que ver con el amor, la muerte y la trascendencia, reciben respuesta desde lo poético. Todo está íntimamente relacionado. Si no le damos la importancia necesaria a lo poético o espiritual, no nos conoceremos a nosotros mismos, pues es allí donde nos ponemos en comunión con las personas. El hombre es ‘homo poeticus’ porque sabe que va a morir y por eso hace arte. Somos personas abiertas a la relación amorosa y también mortales; todo está relacionado, pero esto hay que enseñarlo.
¿Qué opina sobre la frase ‘el arte para el pueblo’?
No existe el arte para el pueblo, ni el amor para el pueblo. El amor pone en comunión solo a dos personas, no es un ‘vosotros’ sino una relación que une a personas individuales. Lo mismo pasa con el acceso a lo poético, a la obra de arte, tiene que ser personal. Lo que puedo hacer es personalmente ofrecer pistas claves para que cada persona de un grupo logre ascender, para que encuentren respuesta a los temas que más importan o afectan. Renunciar a esta tarea es ser frívolo.
El Proyecto A kiss for all the world
¿Cómo piensa llevar la Novena Sinfonía de Beethoven, declarada en el 2002 Patrimonio de la Humanidad, a toda la humanidad?
Este proyecto global lo puse en marcha hace unos meses. Cuando supe que la Novena Sinfonía de Beethoven fue declarada Patrimonio de la Humanidad me cuestioné si realmente era patrimonio de todos y si realmente todos la conocían.
Entonces pensé en este proyecto, en montar una gran movilización que recuerde y entregue el mensaje de alegría de esta pieza a los menos favorecidos. Que les recuerde que lo que más nos importa es devolverles la dignidad que otros grupos no les reconocen y que se la devolvemos a través de la cultura.
La Novena Sinfonía de Beethoven reunirá a alrededor de 250 intérpretes, quienes acercarán el mensaje del abrazo universal. En todos los países, hasta los más ricos, hay personas de los que no nadie se acuerda. Lo que queremos es dar un abrazo, un beso al mundo entero.
En concreto buscamos tocar todo el espectro posible que nosotros consideramos población vulnerable: niños, enfermos, internos en centros penitenciarios. Lo que haremos es sacar la Novena Sinfonía de las salas de concierto y llevarla a un orfanato, a un hospital, etc. La idea es quitarle a la música la rigidez, o el cliché que existe como algo para las élites. Y acercar el mensaje que tiene temperatura, que habla al corazón humano. Eso es lo que queremos, acercar a estas personas que jamás tuvieron una experiencia con la música.
