Muy buenas noches, Excelentísimo Vice Gran Canciller de la Universidad de Piura, reverendo padre doctor Emilio Arizmendi, vicepresidente del consejo directivo del Premio Esteban Campodónico Figallo y rector de la Universidad de Piura doctor Sergio Valarezo. Estimados señores representantes del mundo académico como también señores que esta noche nos acompañan del mundo político; señora Ministra […]
Por Dirección de Comunicación. 07 septiembre, 2015.Muy buenas noches, Excelentísimo Vice Gran Canciller de la Universidad de Piura, reverendo padre doctor Emilio Arizmendi, vicepresidente del consejo directivo del Premio Esteban Campodónico Figallo y rector de la Universidad de Piura doctor Sergio Valarezo. Estimados señores representantes del mundo académico como también señores que esta noche nos acompañan del mundo político; señora Ministra de Relaciones Exteriores canciller Ana María Sánchez Vargas, excelentísimo embajador de Italia en el Perú doctor Mauro Marsili; señor Jorge Muñoz Wells, alcalde de Miraflores.
Señoras y señores, en mi condición profesional de arqueóloga, ha sido muy grato para mí plantear la postulación de mi colega Walter Alva a este significativo reconocimiento por la labor que ha venido realizando durante cuarenta años en la revaloración del patrimonio arqueológico, a través de la investigación y recuperación de la información histórica registrada en los materiales que el trabajo arqueológico procesa; de la conservación de esa materialidad como testimonio que debe preservarse para la transmisión de la historia, y de la difusión del conocimiento sobre nuestro proceso cultural a la sociedad en su conjunto. Y no solo quedarse en el medio académico, ya sea mediante publicaciones, conferencias, ponencias, exposiciones museográficas, clases didácticas, etc.
Actividades que Walter ha venido asumiendo con gran responsabilidad en un contexto político que décadas atrás mostraba fuerte indiferencia hacia el patrimonio arqueológico, donde mayormente se apreciaba el valor monetario de las piezas saqueadas sin importar la pérdida de la información histórica destruida. Esta situación, si bien ha ido cambiando a lo largo de la última década, en condiciones de comprensión sobre la importancia que el conocimiento acerca del patrimonio cultural debe tener en una nación, falta todavía que sea considerado como el motor para el desarrollo social como bien han señalado Amartya Sen, premio nobel de Economía de 1998 y Otaviano Canuto en su condición de vicepresidente del Banco Mundial. Así como expertos de Naciones Unidas al proponerlo como uno de los pilares del desarrollo integral y sostenible.
No obstante, en el contexto de aquellos años de la casi inexistente presencia de la labor del arqueólogo en las políticas del estado peruano, he sido testigo del esfuerzo desplegado por Walter y el incondicional apoyo y refuerzo de su esposa Susana Meneses para superar los problemas y perseverar en las actividades que él complementado por ella se habían propuesto. Recuerdo cuando periódicamente visitaba el museo Brüning de Lambayeque, interesado por la comprensión de la cultura Paco Pampa (posteriormente Bagua), él estaba de director y compartíamos datos sobre el período formativo en el área Norte; pero también, intercambiábamos información acerca de los problemas que cada uno afrontábamos para continuar con nuestras investigaciones. En aquel entonces, década de los setenta, Walter en su condición de director ya hacía gestiones para mejorar el museo Brüning.
Si bien Walter nació en Contumazá – Cajamarca y estudió arqueología en la Universidad Nacional de Trujillo, la mayor parte de sus actividades profesionales las ha realizado en Lambayeque y Cajamarca. En La Libertad destacan sus excavaciones en el Complejo Pre cerámico de las Salinas de Chao, podemos mencionar también Poro Poro – Udima. En Lambayeque que es donde él ha centrado su mayor esfuerzo y atención cabe mencionar su dedicación a la investigación y la implementación de museos; con una visión integral de transmisión del conocimiento y de conservación de los materiales, promoviendo la vinculación con especialistas de adentro y de afuera del país, así como la difusión de los valores culturales a nivel nacional e internacional.
En la investigación, su interés ha estado centrado mayormente en el conocimiento de la cultura Moche de Lambayeque y Zaña con especial énfasis a partir de los hallazgos de las tumbas reales en Huaca Rajada – Sipán, así como en sitios del período formativo. Ha sido el gestor y responsable de la creación e implementación del Museo Tumbas Reales de Sipán, se ha preocupado no solo de exponer la historia de Sipán en un ambiente con la arquitectura y tecnologías acordes con su importancia, sino que ha gestionado la necesaria capacitación de especialistas en la conservación de los materiales recuperados de las tumbas mediante convenios interinstitucionales.
Así mismo, cabe destacar el esfuerzo que ha realizado para difundir los valores de la cultura Moche en el Perú y en el mundo. Por toda la dedicación y el trabajo profesional ininterrumpido que ha contribuido significativamente al conocimiento de la Historia Andina, al reconocimiento nacional y mundial de sus valores sociales y culturales, y al desarrollo de Lambayeque y el Perú; considero muy merecida la asignación al insigne colega Walter Alva del Premio Esteban Campodónico Figallo.
Muchas gracias, a la Fundación Clover y a la Universidad de Piura, a ti Walter reitero mi agradecimiento como colega profesional y como compatriota por todo lo que has venido haciendo y aportando en beneficio de los peruanos de hoy y del futuro.
Muchas Gracias.