Se han multiplicado las labores de prevención y protección ante posibles lluvias intensas, pero “todavía hay bastantes puntos críticos”, comenta el Mgtr. Jorge Timaná, docente de la UDEP.
Por Elena Belletich Ruiz. 30 noviembre, 2015.Desde hace un par de meses, se han multiplicado las labores de prevención y protección ante posibles lluvias intensas en la Región Piura. La alerta de un Niño costero fuerte, continúa. “Todavía hay bastantes puntos críticos. Se deben atender aquellos donde se concentra mayor actividad de personas y otros que interrumpen la continuidad de tramos largos”, comenta el Mgtr. Jorge Timaná de la Universidad de Piura.
El último informe del Enfen señala que se mantiene el estado de alerta, “debido al evento El Niño de magnitud fuerte que se viene desarrollando en la costa peruana con temperaturas por encima de lo normal. El Mgtr. Jorge Timaná, docente de la Universidad de Piura, experto en Ingeniería de transportes e infraestructura vial, analiza las acciones de prevención que realizan los gobiernos regional y local.
Timaná, también docente de la Facultad de Ingeniería de la UDEP, señala que en el ámbito vial regional se llevan a cabo labores de limpieza en las alcantarillas en la carretera a Chiclayo y otras; limpieza de cauce en el río. También se ha recomendado, por ejemplo, enrocado en los puentes, que falta implementar.
Sin embargo, la carretera hacia Talara sigue deteriorándose y se ha hecho poco al respecto, señala. En Piura, ciudad, “se está culminando la Av. Vice y se vienen construyendo nuevas vías integradoras, lo cual está bien, pero no se hace mucho en el mantenimiento de la red vial existente: muchas avenidas principales están llenas de huecos y la superficie de rodadura presenta deterioros que se agravarían con la acumulación de agua”, señala el ingeniero Timaná. Reconoce que es mucho el esfuerzo y trabajo desplegados, “pero son mayores las necesidades por atender. Si hay lluvias fuertes los efectos se sentirán en todo ámbito”.
Hay muchos de estos. Por ello, Timaná recomienda priorizar aquellos donde haya mayor concentración de actividad humana y otros que interrumpen la continuidad de tramos largos. Por ejemplo: “la zona del mercado y los accesos a centros comerciales. En Castilla, es crítica la bajada del puente Cáceres. Se han realizado parches en la intersección pero no se ha solucionado el problema de drenaje. El acceso peatonal a la nueva zona de estacionamiento es de alto riesgo y ante la presencia de las lluvias, la situación será más complicada”.
Asimismo, Timaná Rojas señala: “urge atender las avenidas principales: el circuito Cáceres está deteriorado en zonas de alta concentración de personas (la auxiliar que accede al terminal Eppo, es intransitable). La Av. Chulucanas, entre Circunvalación y Sánchez Cerro, es otro ejemplo de esto. Hace falta reparar este tramo para darle continuidad a la vía integradora que se está construyendo hacia el norte de la Av. Sánchez Cerro”; advirtió, además, que el parchado de huecos que se hace en la ciudad es insuficiente.
Respecto al mercado central y otros centros principales de abasto, el Mgtr. Timaná reitera que se necesita garantizar la accesibilidad de las personas. “En el mercado central, el mal estado del pavimento de la Av. Mártires de Uchuraccay complica la circulación de vehículos y dificulta el tránsito peatonal; en la Av. Sullana sucede lo mismo; parece que seguirá como hasta ahora, sin intervención que mejore la transitabilidad”, anota.
En Castilla, continúa, “la ampliación del centro comercial (Open Plaza) y la nueva zona de estacionamiento no han merecido una inversión mínima en facilidades para los peatones.
En el otro gran centro comercial (Real Plaza) también se están haciendo inversiones fuertes, pero los accesos son cada vez más complicados, tanto para vehículos como para los peatones. En este caso, se espera que la situación mejore cuando se habilite la Av. Vice”.
Puntos críticos viales
En este aspecto, Jorge Timaná dijo que en la red vial nacional se detectan como puntos críticos: la carretera Sullana – Talara y la carretera a Tumbes. “En la evaluación realizada por el Gobierno Regional es la que más puntos críticos presenta; y la que más preocupa es la red vial departamental. La carretera hacia el bajo Chira (El Arenal, Vichayal, etc.) o el estado de las carreteras a Negritos y a Lobitos, en Talara, no son los mejores (sobre todo esta última) y podrían colapsar con lluvias fuertes. Pasaría igual en la sierra, donde el aislamiento ante lluvias fuertes es inminente”.
“El Gobierno Regional tiene mapeados más de 100 puntos críticos en la red vial de la Región y está trabajando en reducir la vulnerabilidad y mantener la transitabilidad de las vías. En la ciudad, sería conveniente atender: el circuito Cáceres, Av. Sanchez Cerro, Av. Grau, Circunvalación, Av. Progreso. Evidentemente no será posible hacerlo todo a estas alturas; y, de producirse lluvias fuertes, tendremos días complicados para movilizarnos”, expresa el especialista.
Aseguró que aún hay tiempo de continuar con el mantenimiento de la red vial existente, antes del periodo lluvioso. Sin embargo, aclaró que para la realización de obras de gran envergadura (nuevos pavimentos) habría que evaluar la conveniencia de su ejecución, pues esta podría complicarse con las lluvias.
Piura está observando la realización de obras de prevención y protección ante la emergencia. Pero, señaló Timaná, la duración de lo que se viene haciendo “dependerá de la evaluación que los técnicos hayan realizado para su ejecución. Lo que sí es cierto es que la Región y Piura ciudad requieren de políticas de gestión vial que consideren el mantenimiento, dentro de los proyectos, como intervenciones necesarias para conservar las inversiones”, subrayó.
Después de las lluvias, ¿qué?
Como han señalado varias veces expertos de la UDEP, “en Piura debemos aprender a convivir con las lluvias”, con El Niño o con La Niña. Por ello, el Mgtr. Timaná considera que Piura no debe detenerse. “Hay que seguir trabajando en la mejora de la gestión de la infraestructura vial; implementar políticas de conservación vial a nivel de municipalidades, que no signifique parchar huecos; y tener en cuenta que invertir en mantenimiento y conservación siempre será menos caro que volver a hacer las obras que las lluvias y el tráfico pesado destruyen”.
El también docente de pre y posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UDEP sostiene que la Ingeniería “debe diseñar y adaptar la infraestructura a las condiciones de entorno que tenemos: altas temperaturas en la costa, terrenos arenosos por un lado, arcillosos e inestables por otro. Lluvias intensas en la sierra y presencia periódica de El Niño en toda la Región. Evidentemente, hay eventos extremos que no se pueden controlar y pueden malograr cosas, pero la Ingeniería se debe anticipar para minimizar el impacto de estos eventos en nuestra infraestructura vial”.
Por otra parte, “en la ciudad, garantizar transitabilidad y buena calidad de la red vial requiere de un drenaje pluvial adecuado. No se ha avanzado en este aspecto. Se realizan obras aisladas (ejemplo la Av.Vice) que servirán de mucho, seguramente, pero no se cuenta con un sistema de drenaje pluvial que permita que la ciudad funcione normalmente, tan pronto pasen las lluvias”. Como vemos, ¡aún queda mucho por hacer!
(Artículo publicado en el suplemento Semana. El Tiempo, 29/11/2015).