En la UDEP, donde presentó su libro “Inútil es decir que te he olvidado”, el conductor de RPP reconoció la ventaja de internet pero lamentó que convierta al periodista en virtual. Criticó la “arrogancia mediática”.
Por Tania Elías. 31 mayo, 2016.Una severa crítica al periodismo que se realiza en la actualidad, con jóvenes que tienen más pasión por el éxito que por la verdad, una prensa que reclama más el derecho a la libertad de expresión sin tener en cuenta que hay otro derechos que deben respetarse – como el del honor- y una ética que no se asume como deber, hizo “Chema” Salcedo, en el Set de Televisión de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
El periodista reconoció que a diferencia del periodismo de anteriores generaciones, el de hoy tiene una gran catarata de información, a través de internet. Remarcó que aunque la ventaja es innegable, el hecho de adquirirla sin moverse del escritorio promueve efectos negativos.
“Te convierte en un periodista virtual y no en un periodista real; tus fuentes son un clic de una computadora y no la persona de carne y hueso; no solo tiendes a perder el contacto con la sociedad en la calle o en la esquina que dejas de caminar. Se deja de lado algo que es fundamental: la curiosidad por el otro, por la otra persona que es tu fuente”, dijo.
Explicó que tener acceso a la cantidad de datos genera un tema vinculado a la ética: “hoy día, la facilidad que tenemos de obtener información exige al mismo tiempo la rapidez de publicarla y esto conspira contra la investigación… Entonces, como buscamos el éxito a toda costa -y el joven busca el éxito a toda costa, incurrimos en una falta que consiste en la verificación. El periodista puede ser corrupto -sí, por recibir plata, pero también por no verificar lo que dice”, enfatizó.
Lamentó que los periodistas reclamen por el derecho a la libertad de expresión pero no recuerden, durante la actividad profesional, que su ejercicio requiere de responsabilidad. En ese sentido, mencionó que no es el primer derecho fundamental porque ante todo “tengo derecho a la vida, a que se me respete, a no ser condenado sin un debido proceso, entre otros”.
“Luego viene el de la libertad de expresión, pero nosotros hemos invertido el orden y colocado primero el de la libertad de expresión para decir lo que a muchos les da la gana, sin rectificarse. porque nunca nos rectificamos”, mencionó.
Esta actitud la calificó como una falta de humildad de los periodistas y una arrogancia mediática. “Algunos periodistas se creen dueños de la verdad, y sienten que tienen derecho a vulnerar los derechos humanos básicos en nombre de la libertad de expresión. Se condena a mucha gente a la cárcel y cuando los procesos judiciales demuestran la inocencia, no son capaces de decir que se equivocaron”, refirió.
Le recordó a los estudiantes que “si se convierten en periodistas rutinarios van a cubrir una comisión y se acabó, pero van a perder de vista lo que es básico la curiosidad y la insatisfacción, es decir que el periodismo probablemente sea una enfermedad que te produce dolores estomacales, insomnio y nauseas cuando no has hecho bien tu trabajo”.
Libro
“Inútil es decir que te he olvidado” es el libro que presentó José María “Chema” Salcedo en la UDEP. El periodista señaló que se trata de un libro personal escrito en primera persona, testimonial, “de memorias siempre y cuando se sepa que la memoria y la imaginación no están divididas por un muro sino que tienen comunicantes, de manera que el lector se va a preguntar si es verdad o lo ha inventado”.
El reconocido conductor de Radio Programas del Perú (RPP) explicó que el título de su libro es un verso del poema de Juan Gonzalo Rosé, que hizo famoso Lucha Reyes en el vals “Tu voz”. “Es una frase que nos recuerda que la memoria es tan fuerte que siempre aparece, incluso de manera simbólica, en sueños, y hace que nos acordemos de cosas aunque las hayamos querido olvidar”.
En la presentación, el doctor Fernando Huamán destacó que “Inútil es decir que te he olvidado” es un libro con vida propia, marcado por la espontaneidad de los recuerdos, articulado por la realidad y la imaginación de lo que pasó y pudo pasar, y revestido por la mirada en perspectiva de las alegrías y cicatrices. “Un testimonio que más nos cuenta de matices que de contrastes, que por ser así de personal no solo nos habla de periodismo sino de la vida de un ser humano que, entre otras cosas es periodista”, expresó.
El expresidente de la Academia Peruana de la Lengua, Marco Martos, calificó al libro de postmoderno porque si bien es cierto atraviesa la vida del autor, su historia se puede conocer en los 18 episodios que recoge el libro, los que pueden ser leídos como el lector quiere, dejando de lado la estructura rígida de capítulos que deben leerse en orden.
El autor señaló que la obra, publicada por Editorial Tierra Nueva, “es un libro de memorias, si por memorias se entiende el olvido: no solo lo que pasó, sino lo que pudo haber pasado y no pasó, lo que no debió pasar y pasó, y lo que quise que pase y hasta ahora no ha pasado, y prácticamente he perdido la esperanza”.