Alumni Lima y el Instituto de Ciencias para la Familia organizaron la conferencia “Integración, trabajo y familia”, a cargo de la Dra. Mariela García y dirigida a los graduados de la UDEP.
Por Diana Seminario. 16 junio, 2016.En una de las escenas de la película Mi Joven Jefe (Paul Weitz, 2004) uno de sus protagonistas se interesa en la vida familiar lograda de su “colega”, y al parecer señalan que existen dos claves para un matrimonio feliz: Escoger a la persona adecuada y la fidelidad. En la charla “Integración, trabajo y familia” la Dra. Mariela García, añadió una tercera clave: madurez para llegar a la vida matrimonial. “Escoger a la persona adecuada significa más que mirarlo solo por fuera. Implica coincidir en los temas cruciales y en los principios que quieren que dirijan sus vidas”.
“Actualmente, hay más culturas corporativas que se muestran a favor de la conciliación entre el trabajo y la familia. Al parecer es una tendencia creciente en la que es importante que todos participemos sobre todo porque así ayudamos a las nuevas generaciones a sobre llevar una vida más adecuada”, añadió.
García explicó que influimos en el hogar y que muchas veces nuestros hijos son en gran medida consecuencia de lo que nosotros hemos podido hacer por ellos. Además, resaltó que los padres de familia, así como el jefe de una empresa, tienen que saber que gobernamos seres libres, quienes finalmente van a tomar las decisiones que deseen.
Evaluación a nivel personal y familiar
La docente indicó que muchas prácticas empresariales son trasladables a la vida de familia y podrían funcionar para evaluar nuestro desempeño a nivel personal y familiar. “Así como, en la empresa se planifica, en la familia podemos planificar objetivos; por ejemplo, los planteados para el desarrollo de nuestros hijos en el año; luego, hacerles seguimiento y finalmente, dar retroalimentación según se desvíen o no de sus objetivos”. Agregó que ser padres ejemplares no supone necesariamente que la vida de los hijos libres sea como un padre quisiera, ya que ellos tienen sus propios proyectos y es necesario respetarlos, aconsejarles siempre respetando el proyecto de vida que le corresponde edificar.
Por otro lado, sugirió que los padres también deben hacer un diagnóstico de sus talentos y de su misión en el mundo. Explicó que cuando las personas se casan esta tarea suele ser más compleja porque ambos deben estar de acuerdo en la definición de ese proyecto de vida. No hay respuestas únicas, todas las alternativas tendrían que explorarse hablando con cariño, sinceridad y marcando prioridades.