El especialista de la Universidad Austral de Argentina visitó el campus de Piura, como docente de la Maestría en Derecho Público.
Por Tania Elías. 12 julio, 2016.
El doctor Fernando Toller, director del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Austral (Argentina) se refirió a la libertad de expresión, y dejó claro que cuando es utilizada para lesionar, calumniar, vejar o perseguir, no se puede hablar del uso de un derecho.
Según explicó, todos los derechos tienen un ámbito de racionalidad y de justicia para actuar. “Lo que está fuera de ese espacio no es un derecho que se pueda restringir o sancionar sino que es un abuso porque está fuera de su funcionamiento regular o armónico con los demás derechos, y con las demás personas que son titulares de otros derechos”, dijo.
Agregó que cuando su ejercicio hace daño, al haber sido una expresión emitida de modo libre merece una responsabilidad por haberse emitido. “Hay un ámbito para sentir, para no estar de acuerdo, para acusar; pero tiene que ser hecho con el respeto, sin un intercambio de palabras agraviantes o injuriantes”, indicó.
El especialista en Derechos Humanos lamentó que en la actualidad, las redes sociales contribuyan a la aparición de personas que, de forma anónima, se dedican a injuriar, y de este modo no permiten que se inicie una discusión racional pues se centran en el agravio. “De alguna manera, con las redes modernas es inevitable que esto ocurra, porque no es razonable ni exigible que las personas que crean una aplicación o estén controlándolo todo, también estén censurando los comentarios, pero sí se puede bloquear a determinada persona”, recomendó.
Garante de la democracia
Consultado sobre la relación de los medios de comunicación y gobierno, que muchas veces los enfrenta ante las críticas con las que ambos se cuestionan entre sí, el doctor Toller indicó que aunque la opinión es libre, el periodista debe cumplir su lex artis, es decir, la ética periodística.
“La mayoría de los medios de comunicación del mundo tienen códigos con un común denominador sobre la lex artis ética del periodista: el chequeo de fuentes, la exigencia de un reporte neutral, el respeto a lo que dice la fuente sin interpretar o cambiar sus palabras. Muchos periodistas lo siguen y nunca han sido demandados porque ponen enorme cuidado en la información; otros revelan cualquier dato sin chequearlo y se dejan llevar por cualquier habladuría”, mencionó.
Agregó que actuar de forma irresponsable puede tener enormes riesgos para con el honor de los demás y, por ello, no es un modo armónico ni ético de ejercer libertad de expresión.
“La prensa es guardiana de la democracia, es una función muy importante en general y particular en América Latina. Ayuda a controlar a los gobiernos que tienen mucho poder, con relación a ciudadanos que están bastante indefensos ante la actuación del Estado. Como hace falta que alguien los controle, esa labor la hace la prensa”, enfatizó.
