La doctora Elizabeth Hernández García expuso en el seminario “La visita episcopal en la América Hispánica: gobierno de la diócesis y ejercicio de la justicia”, realizado en la Universidad del País Vasco (Vitoria, España).
Por Dirección de Comunicación. 12 enero, 2017.En este evento, participaron los historiadores europeos y americanos que forman parte del proyecto Justicia eclesiástica y conformación de la sociedad en la América Hispana Colonial, auspiciado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España. El seminario internacional se realizó el 12 y 13 de diciembre.
La doctora Elizabeth Hernández, docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura (Campus Lima), abordó el tema: La visita eclesiástica en una zona de misiones: intentos de control y evangelización de Maynas a inicios del siglo XIX.
Hernández centró la atención en cuatro líneas de análisis: la importancia estratégico-política del obispado de Maynas (creado en 1802), zona de frontera entre España y Portugal; la dificultad de la evangelización de este obispado por su extensión, geografía, dispersión poblacional y nivel de civilización; la actuación del obispo Hipólito Sánchez Rangel, a través de la visita realizada a su obispado; y, la necesidad que tuvieron los gobiernos de España y Perú de la labor desplegada por la Iglesia en la Amazonía peruana, en tiempos de paz y durante las guerras de independencia.
Respecto a la visita de Sánchez Rangel, similar a la que hizo Baltasar Martínez Compañón a Trujillo en el siglo XVIII, la doctora Hernández señala que no solo fue para ver temas eclesiásticos, sino también para hacer una descripción prolija de las riquezas de la diócesis en todos los órdenes: costumbres, creencias, carácter de los indígenas, vestimentas, plantas medicinales, etc. “La independencia de Maynas (1821) impidió al obispo continuar con esta obra”, precisa la docente.
En su ponencia, Hernández García refiere que Hipólito Sánchez Rangel, aunque no llegó a conocer toda la diócesis, se constituyó en el referente para la política local y nacional, pues como conocía mejor ese territorio, el poder central tenía que recurrir a él. Adicionalmente, expresa, esta visita episcopal fue también un instrumento para administrar justicia en los lugares a los que el poder civil no siempre podía llegar.
