05

Abr

2017

Los alumnos la llamábamos ‘Miss Tere’, nos enseñaba inglés de una manera tan sencilla y alegre, que nos hacía agradable el aprendizaje.

Por Genara Castillo. 05 abril, 2017.

Aunque éramos muy jóvenes, todos nos dábamos cuenta de sus esfuerzos para lograr que aprendiéramos; siempre iba con material en las manos, con dibujos, con juegos, etc., y, a través de ello, era fácil darse cuenta de que nos valoraba y nos quería mucho, por el tiempo que nos dedicaba aún fuera de las clases.

Era proverbial su gran sencillez, nunca se sintió superior. Ella venía laureada en la histórica y prestigiosa Universidad de La Sorbona de París y nosotros sólo éramos alumnos inquietos aunque empeñosos. Siempre evitó hacernos sentir inferiores. Así era Miss Tere; y así se nos ha ido al Cielo, de manera discreta, silenciosa y alegre. Cuántas anécdotas guardamos; nos viene a la memoria también su canto alegre y hasta su bailar tan elegante.

Junto con esa sencillez, era muy característica suya, su gran sinceridad, tan lejos del disimulo y la hipocresía. Cuando tenía que decirnos algo lo decía directamente; en sus ojos azules siempre vimos transparencia, y con ello su profundo cariño y delicadeza con los que nos corregía con toda claridad. Nos dábamos cuenta de que sus llamadas de atención no se debían a que a ella le molestaba sino porque buscaba nuestro bien.

Miss Tere huía de todo ‘incienso’ y elogios, se nos escurría –a veces de manera abrupta– cuando la queríamos reconocer o aplaudir. Fue de las primeras en venir a sacar adelante la Universidad de Piura, pero no ‘pasaba la factura’; era curioso que muchos no supieran de ese mérito suyo, sino hasta después, cuando ella ya se había jubilado.

Podríamos decir muchas cosas más. Lo importante es que ella sigue viviendo en nosotros, porque supo, como lo hacen los grandes maestros, escribir en nuestras almas a través de una vida generosa, heroica y sencilla que tenía su raíz en una profunda fe cristiana. Infinitas gracias Miss Tere por enseñarnos con su ejemplo de que se puede vivir así, con esa sencillez. Por ello, y por más, ¡muchísimas gracias Miss Tere!

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