El experto Reyes, exdirector de proyectos del Canal de Panamá, expondrá en el “I Congreso Internacional de Ingeniería y Dirección de Proyectos y III Congreso Regional IPMA-LATNET: Innovación y sociedad orientada a proyectos”.
Por Dirección de Comunicación. 18 mayo, 2017.José Reyes González, director de Proyectos y Programa certificado, se ha desempeñado diferentes cargos en la Autoridad de Canal de Panamá. Actualmente, es gerente del Proyecto Aeropuerto de Copa Airlines. En agosto, estará en Campus Lima de la Universidad de Piura, pues será uno de los ponentes del I Congreso Internacional de Ingeniería y Dirección de Proyectos y III Congreso Regional IPMA-LATNET: Innovación y sociedad orientada a proyectos. Él cuenta su experiencia en el Canal de Panamá y sobre la función y retos del director de proyectos.
Comenta que durante sus 34 años en el Canal de Panamá, ha afrontado varios retos y que como director de proyectos tuvo la oportunidad de contribuir a los objetivos estratégico del Canal de Panamá, pero también tuvo algunos retos.
Reyes destaca, como los ‘top 5’ de los retos que se afrontan en la dirección de proyectos, los siguientes: el manejo de las partes involucradas; el manejo de situaciones potenciales, los famosos ‘issues’; mantener motivados a los miembros de su equipo de proyecto; garantizar (de programas y proyectos) el entregable en base al logro de hitos específicos del proyecto; y, cumplir con los requisitos contextuales del entorno.
En este sentido, señala que para cumplir los retos, el director de proyectos debe saber comunicarse con todas las partes, internas y externas, de la organización; debe documentar y dar seguimiento a cualquier situación que considere que puede afectar su proyecto y darle seguimiento hasta resolverla. Asimismo, debe evidenciar su liderazgo, con su capacidad de comunicarse con su equipo y hacer que comparta su visión.
También mencionó que un director de proyectos necesita, definitivamente la competencia técnica, que es básica para dar seguimiento al proyecto; sin embargo, señala, lo más importante es que esté alineado a la estrategia y modelo de negocios de su organización.
“Las decisiones que tomamos deben contribuir a esa visión organizacional. El mismo peso tiene la habilidad desarrollada en relaciones intra e interpersonales, que constituye un segundo pilar. Asimismo, el director de proyectos debe autogestionarse y automotivarse para poder seguir creciendo como profesional, pues nadie puede dar lo que no tiene. Por eso, la competencia blanda debe ser, primero, parte de la autoevaluación del profesional; y, en consecuencia, podrá aplicarla en el entorno de su proyecto, para estar más cerca de satisfacer a las partes interesadas”.
La gestión de la diversidad
En el Canal de Panamá trabajan personas de distintas nacionalidades; por tato, gestionar la diversidad cultural también es un reto para directores y gerentes. “Definitivamente vivimos en un mundo globalizado que ha añadido complejidades a los proyectos. En el pasado, debíamos gestionar la multidisciplina, pero hoy se añade la multicultura, lo que nos obliga a tener actitudes abiertas y competencias de comportamiento que puedan facilitar la interacción entre las partes del proyecto”.
Reyes González recuerda que en la construcción de las nuevas esclusas, había gente de más de 40 nacionalidades. “Decidimos comunicarnos en inglés solamente para poder controlar la documentación del proyecto. Sin embargo, creo que el reto más grande en la actualidad, es el manejo de la multigeneración debido a las diferencias abismales en los enfoques de trabajo y expectativas. De lo anterior, solo se concluye que cada día la dirección de proyectos requiere de mayor habilidad ‘blanda’ para poder garantizar el logro de los objetivos de proyectos”, señala el experto panameño.
El director ante los conflictos
También se refirió a las habilidades necesarias para solucionar los conflictos, que suelen surgir en las organizaciones. “Lo primero que todo director de proyectos debe aceptar es que los conflictos son inevitables ya que se generan por diferencias de opiniones o intereses. Sin embargo, también generan oportunidades de mejora; es en los conflictos que afloran las honestidades y se tiene la oportunidad de organizar mejor el trabajo. Lo importante es verlo de forma positiva y no incluir las emociones ni personalizarlos”.
Agrega que si se mantiene ese enfoque de todo conflicto, las partes ganan experiencias que aumentan sus competencias y, si las documentamos apropiadamente, sirven como lecciones aprendidas para mejorar nuestra capacidad de enfrentar otras situaciones.