¿Para qué sirven las humanidades?, ¿es suficiente tener un alto nivel técnico y académico?¸ ¿son útiles frente a la corrupción, por ejemplo?; El doctor Enrique Banús, decano de la Facultad de Humanidades, comenta estos aspectos.
Por Samuel Nontol. 26 mayo, 2017.
Enrique Banús, con dos Honoris causa, es miembro del Conseil Universitaire Européen, un grupo de expertos ante la Comisión Europea con funciones asesoras en temas educativos y universitarios; y, es el decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura.
Del 29 de mayo al 2 de junio se celebrará la Semana de Humanidades en la UDEP, un buen motivo para saber más acerca de la importancia de las humanidades.
Dr. Banús, ¿por qué son importantes las Humanidades en la formación universitaria?
En este tema –y en todos– me parece importante evitar los tópicos. Quizá haya que decir que las Humanidades son importantes dependiendo del modo en que se transmitan. Si solo llevan a una acumulación de datos o, lo que es peor, a formar escépticos que acaben en un relativismo que no sabe argumentar la importancia de determinados valores, que no sabe distinguir lo que humaniza al ser humano de lo que le embrutece, entonces las Humanidades son importantes, pues pueden marcar el modo en que una persona ve el mundo, pero no son muy positivas.
Entonces, ¿dónde radica su verdadera importancia?
La importancia de las Humanidades es que, efectivamente, pueden configurar nuestro modo de ver el mundo. Además, nos pueden llevar a saber apreciar lo que el ser humano ha ido creando a través de la historia: no sólo el arte, la literatura o la música; sino también: las instituciones, los sistemas económicos o las vías de comunicación. Y, nos pueden ayudar a distinguir la obra maestra, la obra bien hecha, de la mediocridad y la medianía.
¿Cuál es el riesgo de enseñarle a un profesional lo técnico y práctico sin considerar su formación integral?
A mí lo de formación integral me resulta altisonante. La persona se va formando integralmente a lo largo de toda su vida, en muchos ámbitos y muchas relaciones; sobre todo, en la familia. Pero, la Universidad puede contribuir mucho a muchos ámbitos de la formación (a través de sus programas de estudio, de los profesores, del ambiente universitario y de todas las personas que trabajan allí.).
Y, por responder de forma un poco brutal a su pregunta: muchos vigilantes de Auschwitz eran profesionales muy capacitados en lo técnico y muy prácticos. Sin embargo, si no se forma en el respeto profundo a la persona, la profesionalidad puede volverse brutalidad.
¿Cómo se podría entonces prevenir la corrupción que abunda en el mercado laboral?
El gran tema de las relaciones laborales es la justicia. La corrupción es injusta; por eso, hace falta reflexionar mucho sobre la justicia. Hay que educar para ejercitar la justicia, incluso cuando esto reporte inconvenientes. Es muy duro comprobar que a veces quien es injusto es más competitivo y se lleva los mejores resultados. Pero siempre compensa ser justo, aunque sólo sea porque –como dicen los alemanes– una buena conciencia es la mejor de las almohadas.
De todas formas, también hay que subrayar que, junto a la corrupción, hay muchísimas personas que son responsables, honestas, esforzadas y sacrificadas en su trabajo: no hacen ruido, no son noticia y no aparecen en los medios; pero, hay que darse cuenta de ello, destacarlo y percibirlo.
En un país multicultural y tan fraccionado como el nuestro, ¿las Humanidades nos pueden ayudar a solucionar nuestras diferencias?
El gran tema de las sociedades modernas es cómo conjugar la necesaria unidad (sin cierta unidad no hay proyecto social ni proyecto de Estado) con la necesaria diversidad. La gran pregunta es: ¿cuánta unidad es necesaria, cuánta diversidad es posible? Este es un tema clave para la sociedad, un tema que afecta a las personas: a cada una. Sólo desde la reflexión en torno a la persona, se puede resolver adecuadamente.
Y, en la Universidad de Piura, ¿qué lugar o qué rol cumplen las Humanidades?
Para la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura es un honor impartir la formación humanística en todas las titulaciones; es una satisfacción muy grande y una responsabilidad inmensa. Ello nos lleva a querer mejorar continuamente, aunque somos conscientes de que nunca lo haremos tan bien como lo merece cada uno de nuestros alumnos; pero, también mantenemos presente el gran esfuerzo que ponemos en esa formación humanística que viene avalada por muchos años de experiencia, corrección y diálogo permanentes.
Sobre Enrique Banús Irusta
El Dr. Banús es Magíster artium y doctor en Filosofía y Letras, por la Universidad de Aquisgrán (Alemania). Ejerce la docencia universitaria desde hace más de tres décadas. Durante cuatro periodos ha sido elegido presidente de ECSA-World (European Community Studies Association), que integra a más de 60 asociaciones de estudios europeos.
Ha participado como autor o editor en 24 libros; y ha escrito 127 artículos o capítulos de libros publicados en Estados Unidos y diversos países de Europa como: Alemania, Indonesia, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumanía, Rusia y Turquía.
Actualmente, es también decano y profesor de la Facultad de Humanidades y director del Centro Cultural de esta Casa de estudios.
