Pacheco postuló que la cultura de donación de sangre no va a funcionar si las personas no encuentran un sistema que promueva su buena voluntad, en lugar de obstaculizarla, como ocurre actualmente.
Por María José Salazar. 06 julio, 2017.
Esteban Pacheco.
Las donaciones de sangre contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud. Hoy en día, estas son indispensables en cirugías, en casos de anemias, partos, entre otros. Lamentablemente, a pesar de ello, en nuestro país solo se recibe un tercio del mínimo de donaciones requeridas, teniendo los peores indicadores al respecto en Latinoamérica.
Esta problemática ha sido el objeto de estudio de la tesis de licenciatura de Esteban Pacheco, egresado de Administración de Empresas, quien ha desarrollado una propuesta que pretende cambiar el modelo utilizado para la recaudación de sangre, en los centros de salud pública y privada del Perú.
Pacheco analizó el tema desde el punto de vista del donante: «En una entrevista que salió por televisión, para promover la donación de sangre, un médico dijo que no cuesta nada y toma solo 20 minutos. Eso no es verdad. Entre que uno se desplaza y espera a ser atendido, puede demorarse toda la mañana. Además, es contradictorio motivar a la gente a donar voluntariamente y, a la vez, exigir a los pacientes conseguir sangre si se les tiene que operar. Por eso, muchas personas prefieren reservarse para cuando un familiar o un amigo directo lo necesite».
Luego, agregó: «Este sistema funciona mal y es desintegrado. Hay 230 centros distintos que no están relacionados. Mi propuesta es unificar, para que un único sistema se encargue de este tema a nivel nacional y se especialice en ello».
Fuente: radionacional.com.pe
Convencido de que los países que han logrado centralizar sus servicios han obtenido mejores resultados, como Nicaragua, donde el 100% de sus donaciones son ahora voluntarias, señaló: «El gran cambio no es pedirle a la población donar sangre, sino generar las reformas internas para que el proceso sea más fácil».
Según Pacheco, la entidad responsable permitirá que el servicio tenga una producción a escala que resulte más económica para todos y, asimismo, se acercará al donante (centros de trabajo, centros educativos, etc.,) llevando los equipos necesarios.
«Para hacerlo más atractivo, se puede utilizar un software que rastree hacia dónde va la sangre del donante. Frente a la situación actual en el sistema de Salud, donde se trabaja con total desintegración, este proyecto puede generar la unificación buscada», indicó.
Todo empezó con un parto
Esteban Pacheco cuenta cómo llegó a esta idea. «Cierta vez, en la selva, conocí a una mujer que había dado a luz y, después del parto, tuvo una hemorragia. Como es lógico, necesitaba sangre y tuvieron que trasladarla durante cinco horas para que pudiera recibir una unidad, que ni siquiera contaba con todos los exámenes a los cuales debe someterse. Mientras trabajaba en el Programa de Administración de Empresas, me metí en temas de Salud Pública, fui a los hospitales y descubrí que Perú tiene el peor sistema a nivel latinoamericano. No creo que sea porque los peruanos somos malos, sino porque el sistema sí influye en la cultura».
Para Juan Francisco Dávila, vicedecano de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, en Campus Lima de la Universidad de Piura, el trabajo elaborado destaca por ser uno de los pocos realizados al respecto en el país, y porque ayudaría a tener un sistema de salud menos fragmentado.
