Eduardo Woodman dirigió la conferencia “Propuesta de salida del Río Piura al mar para evitar inundaciones”, invitado por la Comisión Multidisciplinar de Apoyo para la Reconstrucción de Piura, de la Universidad de Piura.
Por Elena Belletich Ruiz. 17 julio, 2017.Eduardo Woodman Eguiguren señaló que la velocidad del río Piura ha ido decreciendo paulatinamente por la disminución de la pendiente; si esto continúa, será cada vez más difícil que las aguas del río discurran normalmente, aseveró.
Más de 60 personas, entre ellos el gerente regional de la Autoridad para la Reconstrucción, Ing. Juan Carlos Fahsbender; autoridades de la UDEP; representantes de autoridades regionales, entre otros, asistieron a este evento en Campus Piura, organizado por la Comisión Multidisciplinar de Apoyo para la Reconstrucción de Piura, de la Universidad de Piura.
Son solo mitos
Woodman inició su exposición rompiendo tres de los mitos más comunes respecto al río Piura. El primero, dijo, afirma que la Laguna La Niña está por debajo del nivel del mar, lo cual es falso, pues las depresiones en la zona de Sechura están fuera del ámbito del río Piura, por lo que este nunca llegará a esta zona.
Un segundo mito que se ha tejido es afirmar que el terraplén del Puente Independencia tapa el recorrido del río, lo cual es falso. “destapemos lo que tapa el puente y démosle todo su ancho, para que el río discurra normalmente”, expresó. Como tercer mito, está la afirmación de que la inundación de Cura Mori se debió a que el río rebasó las defensas y esto nunca sucedió; si la altura de las defensas hubiera sido la que dejaron los yugoslavos, el río no hubiera pasado; pero “en estos años la fueron barriendo y quitándole altura”, señaló Woodman, el primer Alcalde de Cura Mori.
Hay que llevar el río al mar
En la segunda parte de la conferencia, denominada “Propuesta de salida del Río Piura al mar para evitar inundaciones”, Woodman describió cómo con el transcurso de los años, se ha ido alterando el cauce del río, quitándole lecho. Este constante “ir contra la naturaleza y lo que Diosito creó” ha hecho que el río vaya perdiendo fuerza para llegar al mar y que en el camino vayan quedando abundantes sedimentos que le quitan capacidad de almacenamiento.
La solución, señala Woodman, es darle mayor velocidad y para ello, debe tener mayor pendiente; y, si se quiere lograr esto, aseveró, hay que hay que sacar cuanto antes el río al mar, pero antes de que llegue a Sechura.
Señala que su propuesta es viable, y supone un recorrido mucho más corto, pues sacaría al río por donde estaba la compuerta de Mocará; pero, advierte, habría un costo social, pues habría unas 300 o 400 ha que tendrían que ser expropiadas. Sin embargo, señaló que en la alternativa que maneja el gobierno Regional, la distancia a recorrer sería mucho mayor y el área a expropiar, también.
Uno de los asistentes, planteó como alternativa adicional llevar al río al mar siguiendo una ruta nueva, por área desértica, que no afectaría a nadie. Otros asistentes avalaron la propuesta de Woodman.
Como conclusión, Woodman aclaró que los estudiosos e investigadores, así como las autoridades respectivas, son los llamados a realizar los estudios necesarios para ver la factibilidad de las propuestas y definir cuál conviene más, y qué se requeriría.
Por su parte, el doctor Jorge Reyes Salazar, quien también asistió al evento, confirmó que, efectivamente, como indicó el expositor apoyado en escritos desde el siglo XIX, el río ha venido perdiendo velocidad y pendiente. Así, dijo que en el 83 la velocidad era de 5 m/ seg; en 1998, 3,5 m/seg; y en el 2017, 2,6m /seg; al mismo tiempo, la cantidad de sedimentos también ha ido en aumento.
Según las investigaciones de Woodman, la velocidad del río, hacia finales del siglo XIX había sido de, al menos, 10 m/seg. “Hay que respetar al río y llevarlo cuanto antes al mar, antes de que llegue a Sechura, si no lo logramos, fracasaremos”, anotó.