Hoy es el Día Mundial de la Alimentación, proclamado por la FAO en el año 1979. El lema de este año es: “Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural”.
Por Silvia Rodríguez C.. 16 octubre, 2017.
La finalidad de esta celebración es concienciar a la población sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la lucha contra la pobreza, desnutrición y el hambre.
En la actualidad, hay gran parte de la población que vive en países en vías de desarrollo y tiene difícil acceso a los alimentos; y, otra, que no dispone de alimentos suficientes para vivir. Paralelamente, cientos de millones de personas padecen de enfermedades derivadas de regímenes excesivos o poco equilibrados (obesidad, diabetes, cáncer, etc.). Vivimos influenciados por estilos de vida nada saludables, por la publicidad; estamos expuestos a contaminantes, etc.
Uno de los objetivos, en relación a estos problemas, es establecer correctos hábitos alimenticios para mejorar el estado de nutrición y salud de la población; y que todos tengan acceso a los alimentos. Por tales motivos, tenemos que apostar por la Educación nutricional como estrategia preferente para contribuir al logro de estos objetivos.
La educación nutricional se debe impartir desde la niñez, en nuestros hogares, el colegio, la universidad, y el trabajo con ayuda de profesionales en salud como los nutricionistas. Un profesional en Nutrición brinda información sobre nuestro estado alimentario nutricional y, también, brindan orientación para la acción, centrada en las prácticas. Este campo se define como: actividades de aprendizaje cuyo objeto es facilitar la adopción voluntaria de comportamientos alimentarios y de otro tipo, relacionados con la nutrición, que fomentan la salud y el bienestar.
Aprender y enseñar los beneficios de una alimentación equilibrada y correcta en casa y en nuestra comunidad es el primer paso para lograr el bienestar y salud de futuras generaciones. Promover el consumo de alimentos locales de manera equilibrada, eliminar tabúes sobre la comida, utilizar de manera adecuada los alimentos, sin desperdiciar son pequeños pasos que podemos ir dando.
Todos tenemos un papel que cumplir si queremos que se acabe el hambre en el mundo. Tú puedes ser parte de la campaña Generación “Hambre cero”, que menciona la FAO. ¿Se te ocurre otro pequeño gesto que podamos hacer para conseguir la meta? Compártelo. Trabajemos juntos.
