“Tomar fotos ha sido muy importante para mí. Me ayudó a superar la tristeza que nos causó la inundación del río que se llevó mi casa en Catacaos”, expresa Heydi, una de las pequeñas fotógrafas.
Por Koko Zavala. 27 noviembre, 2017.Treinta niños, de entre 9 y 12 años, que viven actualmente en el albergue campamento de San Pablo (Catacaos) y Ciudad Noé (Cura Mori); y 15 niños del colegio San Lucas de Colán (Paita) inauguraron el 23, en la plaza de armas de Piura, la exposición fotográfica “Niño-s costeros en tu mirada”.
La muestra consta de 85 fotografías que reflejan sus experiencias de vida luego del desastre fluvial, como la vivida por Heydi Lucero Osorio quien nos dice: “el río se llevó mi casa en Catacaos, y nos obligó a refugiarnos en casa de unos tíos”.
La exposición es el resultado del quinto taller de fotografía Kunay Foto Infancia, desarrollado por la fotógrafa Martha Woodman, quien, al inaugurar la muestra, señaló que como limeña y piurana de corazón, no podía permanecer indiferente ante los estragos y desastres del Niño Costero, “en la tierra donde pasé los mejores años de mi infancia, por lo que decidió dictar estos talleres a los niños damnificados como parte de una ayuda terapia de aprendizaje, porque solo los ojos de un niño son capaces de encontrar esperanza en medio del desastre”, anotó.
Refirió que estas exposiciones son parte de Kunay Foto Infancia, una asociación civil sin fines de lucro que cuenta con el apoyo de la Universidad de Piura, Fundación Romero, Peruvian Airlines Piura en Acción, Industria Textil del Pacífico y Casa Andina. “Hasta el momento hemos realizado tres talleres en la costa peruana, dos en San Lucas de Colán (2013-2015) y uno en Paita (2014). Un cuarto taller se desarrolló en Yanahuara, en el Valle Sagradi de los Incas, Cuzco (2016) y el quinto, este año, en el campamento de San Pablo y Ciudad Noé de Cura Mori.
En la ceremonia inaugural también participó el profesor Pablo Sebastián, de la Facultad de Humanidades de la UDEP, quien destacó el trabajo de los niños: “ellos nos muestran una percepción propia y distinta del entorno en el que viven, incluso de momentos trágicos que todos conocemos, pero que tienen gran esperanza en el futuro y nos devuelven la confianza de que Piura es una tierra en la que vale seguir viviendo”.
Poemas y coloridos bailes típicos como “La yunzada”, a cargo de los niños, pusieron la nota alegre en medio del público congregado en el principal paseo de la ciudad.