Un proyecto interuniversitario sobre talleres de Física colaborativos ha logrado, a través de la tecnología, el intercambio de experiencias entre alumnos de la Universidad Complutense de Madrid (España) y de la Universidad de Piura (Perú).
Por Dirección de Comunicación. 07 marzo, 2019.En la búsqueda de estrategias para que los futuros profesores de ciencias comprendan mejor cómo plantear actividades experimentales surgió la idea de realizar un proyecto entre los alumnos que cursaban la asignatura de Física II y su didáctica, en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura (Perú), y los alumnos de la asignatura Taller de Ciencias Físico-Químicas de la Universidad Complutense de Madrid (España).
La doctora María del Carmen Barreto Pérez, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UDEP, explica que el objetivo era que esta experiencia tuviera en cuenta los diversos aspectos que conlleva la didáctica: conocimientos previos, secuencia de contenidos, las preguntas que debe realizar el profesor con el objetivo de proporcionar al alumno un andamiaje adecuado, las habilidades de proceso científico que se deben generar en los estudiantes y las actitudes que se promueven.
Por el lado peruano, la profesora Barreto Pérez, y por el español los doctores María Mercedes Martínez Aznar e Iñigo Rodríguez Arteche asumieron un gran reto: propiciar un espacio de encuentro entre alumnos que trabajaban en lo mismo, pero separados por una gran masa de agua de miles de kilómetros de extensión.
La tecnología fue el puente que los unió. El doctor Rodríguez implementó un entorno en la plataforma Schoology denominado: Taller de Ciencias España – Perú. En primer lugar, se seleccionaron los temas a trabajar: Luz y color y Circuitos eléctricos; luego se escogió un medio de comunicación virtual a través del cual los alumnos podrían comunicarse, y con ello se procedió a subir documentos y enlaces para los videos compartidos.
Comunicación
Los alumnos trabajaron cerca de cinco semanas en el proyecto. Comenzaron con la elaboración de las guías para los talleres experimentales y sus correspondientes videos, los cuáles serían analizados por sus correspondientes pares en el otro país. Continuaron con el análisis, prueba y evaluación de los talleres que les enviaban sus compañeros que estaban a miles de kilómetros de distancia; finalmente, enviaron un documento de análisis de los talleres y videos. La tarea terminó con la comunicación entre los grupos de ambos países y el intercambio de comentarios acerca de la mejor manera de llevar los talleres al aula de clase.
Producto de este proceso, los alumnos elaboraron cerca de 66 videos de experimentos y 35 actividades experimentales propuestas en un formato que propicia la indagación y no sigue el patrón de protocolo estructurado que aún se encuentra en la mayoría de los libros de texto.
“Es importante destacar que la experiencia no solo propició una mayor reflexión de parte de los alumnos del proceso de elaboración de actividades experimentales, sino que les permitió valorar las opiniones de otros alumnos”, explica la doctora Barreto.
Valoración
Para los jóvenes, la experiencia ha sido importante en su formación profesional y hay una gran disposición a aceptar las sugerencias que les ayudarán a mejorar. Matilde Lázaro, de España, indica que “la experiencia ha sido nueva, original y sobre todo enriquecedora, porque da la oportunidad de apreciar otro punto de vista sobre el mismo tema de taller”. En la misma línea, Laura Fernández expone que “ha resultado una experiencia mucho más divertida de lo habitual, al pensar que los talleres iban a resolverlos compañeros de un país tan lejano, y que podríamos contrastar información”.
Del mismo modo, estudiantes como Nilson Pozo de Perú también reconocen que “esta experiencia me ha ayudado mucho en mi formación como futuro profesor de Matemática y Física”; para Doroty Tello, “el proyecto ha resultado muy enriquecedor; he aprendido mucho sobre indagación y trabajo en equipo; espero poder repetir la experiencia”.
Adicionalmente, el desarrollo del proyecto permitió un intercambio cultural y forjar lazos de amistad. “Es la primera experiencia que he tenido que trabajar con un grupo de estudiantes de otro país; me resultó muy interesante y divertido; además que aprendimos muchas cosas nuevas”, dice Paulina Sandoval de Perú. También Iñigo Fernández de España señala: “Para mí toda esta experiencia ha sido muy gratificante e innovadora. Nunca lo había hecho antes y me parece una actividad muy interesante”.
Actividades experimentales
Con este proyecto se ha dado un proceso diferente a la manera de llevar las sesiones de clase al unir dos grupos de futuros profesores en una tarea importante, como es diseñar actividades experimentales que propicien la construcción de conocimiento científico en los alumnos; de contextos diferentes, pero con la misma vocación.
Para los profesores del curso, el proyecto ha sido de especial relevancia, ya que en la formación de los futuros docentes de ciencias, un aspecto importante lo constituye el plantear adecuadamente actividades experimentales para llevarlas al aula con el fin de que los alumnos generen conocimiento científico y adquieran habilidades de indagación.
Esto a veces no se logra porque, como señalan los expertos Ozel y Luft, las concepciones que el docente tiene acerca de la indagación no son las más adecuadas. La literatura en didáctica de las ciencias refleja que, en muchos casos, en su formación inicial los profesores desarrollan actividades experimentales que siguen un protocolo estructurado, pero no tienen la oportunidad de acceder a actividades experimentales de mayor apertura.
Asimismo, investigadores como Cheung afirman que a menudo los docentes no cuentan con modelos de este tipo y que, además, en muchos libros de texto predominan las actividades experimentales en las cuales la indagación es mínima, y sólo se buscar ilustrar un determinado fenómeno.