Lo ocurrido durante el proceso de selección de los miembros de la Junta Nacional de Justicia, ha sido un duro revés al gobierno como impulsor de una reforma al Consejo Nacional de la Magistratura.
Por Carlos Hakansson. 12 agosto, 2019.El retiro por decisión unánime del Tribunal Constitucional del Consejo para la reforma de la justicia, la autocrítica del titular del Poder Judicial por aceptar que lo presida el jefe de estado, la opinión del defensor del pueblo que no se puede cuestionar la aprobación de una cuestión de confianza, así como la reciente renuncia de dos militantes a la bancada parlamentaria oficialista, evidencia un conjunto de movimientos que van dejando solo al ejecutivo con su agenda política.
La estrategia presidencial de sintonizar con la opinión pública sobre problemas como la corrupción, la desafección ciudadana sobre la política, sus críticas al parlamento, entre otras, dieron lugar a una propuesta de referéndum que producirá mayor inexperiencia y desaparición de una clase política que, guste o no, es la que viene siendo reelecta por una ciudadanía que confirma su continuidad parlamentaria, ya sea por ser buenos comunicadores, cultos, con trayectoria y conformada por políticos de diferentes ideologías.
Lo ocurrido durante el proceso de selección y nombramiento a los miembros de la Junta Nacional de Justicia, ha sido un duro revés al gobierno como impulsor de un proyecto de reforma constitucional al Consejo Nacional de la Magistratura. ¿No era más conveniente plantear una reforma a su ley orgánica o a su conformación vía una enmienda constitucional? El cheque en blanco otorgado por la ciudadanía al aprobar un referéndum a la medida del ejecutivo, ha producido una herida en la Constitución que, sumada a otros proyectos de reforma que el parlamento intenta moderar, no resolverán los problemas de fondo. Ni la paridad y alternancia en las listas de candidatos al Congreso, ni los intentos de socavar la garantía institucional de la inmunidad parlamentaria, producirán un mejor sistema político, especialmente si también han fracasado en otros países con problemas de institucionalidad.