El Turismo Vivencial Sostenible conserva los recursos naturales y diversidad biológica de la zona a largo plazo. Así, se respeta el concepto de sostenibilidad.
Por Eduardo Sánchez. 19 febrero, 2020.La Organización Mundial del Turismo (OMT) es el organismo encargado de promover un turismo responsable, sostenible y accesible para todos. Sandra Carvao, responsable de Inteligencia de Mercado y Competitividad de la OMT, ha indicado que, en el 2019 se registraron 1500 millones de llegadas de turistas internacionales en el mundo; esto es, 54 millones más que el 2018.
Edgar Vásquez, Ministro de Comercio Exterior y Turismo del Perú, dijo recientemente que el turismo es la tercera fuente de inversión del país. El 2019, 4,4 millones de turistas extranjeros nos visitaron y se espera un incremento del 10% el 2020. Sin embargo, señala que el Perú aún debe mejorar la conectividad, ampliar destinos, aumentar líneas aéreas, invertir en proyectos de saneamiento, irrigación, energía, transportes y comunicaciones.
Mientras esperamos con fe la ejecución de dichos proyectos y que el efecto negativo del virus COVID-19 sea el menor posible, empresarios y autoridades locales y regionales podrían diseñar y fomentar experiencias de Turismo Vivencial Sostenible (TVS) en Piura. Esta actividad revaloriza la cultura y respeta la historia de la comunidad anfitriona, conservando sus activos arquitectónicos y estableciendo como protagonista al habitante visitado. Además, debe asegurar ingresos económicos que reduzcan la pobreza y mejoren la calidad de vida de las familias anfitrionas.
Por ejemplo, al realizar actividades de pesca artesanal sostenible en conocidas caletas: La Islilla, Cabo Blanco, Parachique, etc., el turista iniciaría la experiencia siendo recibido por una familia de pescadores en su vivienda debidamente acondicionada; o al dormir temprano y levantarse a las 3:00 a. m. para ir al mar. Visitantes y anfitriones saldrían en pequeñas embarcaciones, preparadas con elementos de primeros auxilios, GPS, etc., hasta el mediodía.
Otra idea consiste en diseñar, poner en marcha y promocionar las diversas rutas agroindustriales regionales, empoderando a las municipalidades distritales asociadas con familias de productores. Por ejemplo, la ruta turística del banano orgánico en Querecotillo, la del mejor cacao y café del mundo en Canchaque y San Miguel del Faique respectivamente, etc.
El Turismo Vivencial Sostenible conserva los recursos naturales y diversidad biológica de la zona a largo plazo. Así, se respeta el concepto de sostenibilidad: asegurar nuestras necesidades sin comprometer las de nuestros hijos y nietos.