El doctor Damián García- Olmo, miembro del Consejo Consultivo de la Facultad de Medicina Humana de la UDEP, participa en el estudio, con especialistas de Europa y Norteamérica, para hallar una terapia con estas células.
Por Dirección de Comunicación. 15 julio, 2020.El 10 de julio, el doctor Damián García -Olmo, jefe de Departamento del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y catedrático de Cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid (España), dictó la conferencia “Terapias con células madre para aliviar la inflamación pulmonar por COVID-19”, a los alumnos de la Facultad de Medicina Humana de la UDEP y al público interesado en el tema, que se conectaron a través de las plataformas digitales.
El experto, descubridor del primer medicamento, a nivel mundial, con células madre para tratar el síndrome de Crohn, explicó que en la mencionada terapia se trata de aprovechar las propiedades antiinflamatorias de las células madre, demostradas con otras enfermedades, como la de Crohn, para tratar pacientes con neumonías graves por el COVID-19. “En concreto usamos un tipo celular denominado células madre mesenquimales que extraemos de la grasa, aunque también se pueden extraer de la médula ósea, del cordón umbilical y prácticamente de todos los tejidos del organismo”.
Para iniciar los trabajos, contactaron a especialistas de Norteamérica y Europa para ver cómo aplicar lo que ya funcionaba en enfermos con padecimientos colorrectales; es decir, en qué momento se aplicaba (si al inicio o en la fase tardía de la enfermedad, si es que no había fibrosis), entre otros aspectos.
“En ese momento, había un gran debate, aunque poca experiencia, en base a una idea compartida por varios miembros de la comunidad científica. Encontramos también un estudio, aunque pequeño, realizado por doctores, con resultados interesantes en pacientes a los que se les aplicó células. A partir de ahí, en pleno estado de alarma en España, convocamos a la Red de Terapia Celular (TerCel) española y tuvimos la primera videoconferencia con más de treinta personas, en un momento donde estábamos aterrados por la situación de la enfermedad.”, relató el especialista.
Lo siguiente fue, ¿cómo hacer llegar estas células antinflamatorias al pulmón? “Teníamos diferentes opciones: podían nebulizarse a través del respirador pues eran enfermos muy críticos; con una intubación traqueal o una traqueotomía; nebulizarlas a través del gas que necesitábamos para mantener la función respiratoria; por vía intravenosa, que era la más cómoda y mejor. O, intentar llegar hasta la aurícula derecha mediante un catéter de cuello de ganso y prefundirla en la aurícula pulmonar principal para que hubiera mayor viabilidad celular”, explicó García-Olmo”.
Después de muchas discusiones, agrega el experto “llegamos a la conclusión que la más homogénea y viable era la intravenosa. Sobre la dosis, consideramos que 120 millones de células era un número suficiente y lo repartimos en tres dosis; luego, hicimos cambios y se colocó 1 millón por cada kilo de peso para hacerlo más homogéneo. Aún sigue en revisión”.
Respecto a que si la terapia celular funcione en pacientes con infección pulmonar generada por COVID-19, el doctor García Olmo explicó que “este tipo celular es un potente regulador del proceso inflamatorio. En la base de la mayoría de las enfermedades de nuestros órganos hay inflamación. Por ello, podemos pensar en efectos beneficiosos en distintos órganos”.
En cuanto a la aplicación, se pidió permiso a la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios para cuatro hospitales y empezó a usarse de forma compasiva. “Los resultados de la terapia con los primeros 13 pacientes han sido publicados y se evidencia que les fue mejor que a aquellos en los cuales no se usó este tratamiento, especialmente en la evolución de los parámetros respiratorios después de la inyección de células madre, había una relación entre causa y efecto. Es importante tener en cuenta que no fue un ensayo clínico, sino resultados que nos animan muchísimo para el siguiente paso”, explicó García -Olmo.
Sobre la terapia celular
Respecto a la bioseguridad y efectividad de las terapias celulares, el doctor García -Olmo explicó que ha resultado segura en casi todos los campos, pero falta demostrar que sea eficaz.
“Hay muy pocas enfermedades en las que se haya alcanzado evidencia suficiente como para asegurar que verdaderamente funcionan. De hecho, existen muy pocos fármacos basados en células comercializados y de uso clínico rutinario. Posiblemente el único que ha alcanzado el estatus de medicamento celular real sea el Alofisel, que comercializa la empresa Takeda para el tratamiento de las fístulas de la enfermedad de Crohn, desarrollado bajo patente de la Universidad Autónoma de Madrid y elaborado en la factoría celular cerca de nuestro campus”.
Sobre el doctor García-Olmo
Actualmente, participa en el proyecto Balmys-19, un ensayo clínico en fase II dirigido a tratar a pacientes críticos por neumonía COVID-19 mediante el uso de células madre mesenquimales obtenidas de la grasa de donantes. “En este momento estamos preparados, pero no se ha empezado puesto que, afortunadamente, la epidemia está controlada en Madrid, por el momento”.
Es pionero en el uso clínico de células madre para tratar procesos quirúrgicos. Sus principales actividades clínicas y científicas se centran en el desarrollo de tratamientos avanzados para las patologías colorrectales, incluyendo innovadores abordajes quirúrgicos.
Actualmente, también investiga la capacidad transformante de los ácidos nucleicos circulantes en el plasma, llamado biopsia líquida, de los pacientes con cáncer en la teoría de las genometástasis.