04

Ene

2021

Artículo de opinión

Regalos de mi para mí

Recuerda, este año, nos ha brindado lecciones increíbles; entre ellas, desterrar la idea de creer “necesitar más cosas”, porque nos ha obligado a vivir y encontrar la practicidad en lo que ya teníamos.

Por Tania Guimac. 04 enero, 2021.

Foto: Freepik.

Preparar un regalo para una persona implica varias acciones: indagar sobre sus gustos, saber qué podría querer, investigar precios, ver lugares de venta, comprar o pedirlo por internet, envolverlo y escribir la dedicatoria. Ese proceso requiere de tiempo y dedicación, si queremos dar lo mejor. Quizá abreviamos algunos pasos (dependerá de cada uno); pero, en suma, cuando parte de una intención y de un querer, es así.

Si hacemos todo eso por otras personas, por qué no hacerlo por nosotros mismos. ¿Autorregalarnos? Sí, ¿Por qué no? Significa dedicarnos tiempo y premiarnos por los logros obtenidos este año, que ha sido menos fácil comparado con otros. Esta acción ayudará a reforzar nuestra autoestima, sentirnos merecedores de momentos de felicidad, darnos tiempo, en igual proporción del que entregamos a otros.

Así, puedes buscar ese regalo que has postergado, algo que necesites, como un objeto, un reloj, un celular, etc. También, puedes regalarte salud, bienestar, cuidado personal, estudios o experiencias; es decir, aquello que en alguna parte del año dijiste que harías o te comprarías y que fue difícil conseguirlo. La proximidad de las celebraciones navideñas es una bonita excusa. Nadie mejor que tú, para saber lo que realmente te gustaría.

Este detalle es muy beneficioso para nuestra salud, alimenta nuestra autoestima y genera momentos agradables y aceptación a uno mismo. Pero, cuidemos los extremos; si exageramos podríamos caer en el egoísmo, lo que denotaría baja autoestima. Tratar de cubrir “necesidades” con regalos y consumismo esconde detrás vacíos emocionales. Ir al extremo implicará llenarnos de “cosas” que creemos necesitar solo por un impulso.

Para diferenciar estas dos situaciones, podrías hacer algunas preguntas básicas: ¿Realmente lo necesito? (Respuestas como estas indican que no: está de oferta, mi amiga se lo compró, ese color no lo tengo, etc.). Indaga en tus respuestas, para tener claro si en realidad vas a cubrir una necesidad o solo una emoción desagradable. En cuanto a precio, pregúntate: ¿cuánto tiempo me demora conseguir esa cantidad? (Revisa lo que ganas en horas y haz los cálculos). En ocasiones, solemos actuar por impulsos y adquirimos cosas para llenar espacios físicos.

Recuerda, este año, nos ha brindado lecciones increíbles; entre ellas, desterrar la idea de creer “necesitar más cosas”, porque nos ha obligado a vivir y encontrar la practicidad en lo que ya teníamos, sin darnos cuenta, ahora lo valoramos más. Entonces enfoquémonos en brindarnos lo mejor.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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