Las actitudes de los candidatos y su consistencia personal serán claves para captar a quiénes aún están buscando candidato. Los indecisos, y los que pueden cambiar su voto, también estarán influenciados por estos factores.
Por Koko Zavala. 23 marzo, 2021.Consultado sobre el actual panorama preelectoral, el doctor Fernando Huamán, director del Centro de Investigación de Opinión Pública, CIOP, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, sostiene que, en primera instancia, “el escándalo de los altos funcionarios vacunados irregularmente agudizó la decepción de los ciudadanos en cuanto a la clase política peruana”.
Dr. Fernando Huamán, de la Facultad de Comunicación.
“Estos hechos ocasionarán, por un lado, que parte del electorado opte por posturas percibidas como radicales, que propugnen cambios drásticos; y por otro, que aumente el desinterés en el proceso electoral. Por ello, no son raros los dos escenarios que estamos viendo: que haya una fluctuación entre las preferencias electorales; y que, a menos de un mes de las elecciones, un tercio de los peruanos se encuentre -según las encuestas- entre el “no precisa” y el “blanco/viciado”, sostiene.
Precisa que esto traerá como consecuencia que la elección se defina en la última semana de campaña y, muy probablemente, más que por las propuestas programáticas, el voto se decantará según el desempeño público de los candidatos frente a temas de alta sensibilidad pública.
Mayor ausentismo
Huamán indica que teniendo en cuenta la crisis sanitaria y la ausencia de vacunas, se espera que el ausentismo sea mayor que en elecciones anteriores. Hay dos motivos que lo explican: el primero, el miedo a contagiarse de la COVID-19; el segundo, que movilizarse ahora entre las ciudades implica un mayor gasto, porque los pasajes son más caros.
Preferencia electoral
Añade que la preferencia electoral es una mezcla de razones y sentimientos, encausadas por la subjetividad de lo que se cree es mejor para el país. El conocimiento de los planes de gobierno es importante, principalmente, para quienes son independientes y no simpatizan con ningún partido político; sin embargo, hay que reconocer que el grueso del electorado responde a una lógica coyuntural donde el desempeño personal del candidato está por encima de sus propuestas.
“Esto explica, por ejemplo, que quienes en campañas anteriores tuvieron un porcentaje alto de aprobación, hoy no lleguen ni a pasar la valla electoral. El racional plan de gobierno y las líneas ideológicas puede que no hayan cambiado, pero sí el desempeño personal del candidato tanto en su vida pública como privada”, manifiesta.
Expresa que también son relevantes los electores que forman parte del voto duro de un candidato. Este perfil de elector no necesariamente simpatiza con todo el plan de gobierno (puede que ni lo conozca), pero se identifica personalmente ya sea por afinidad ideológica, moral o histórica con el partido o el candidato.
