Para nadie es un secreto que el agua es vida; que podemos estar sin alimentos algún tiempo, pero sin agua, en pocas semanas moriríamos.
Por Francisco Arteaga Núñez. 22 marzo, 2021.Teniendo en cuenta que hoy, 22 de marzo, se celebra el Día Mundial del Agua, quisiera indicar la importancia que esta tiene en la vida de las personas y en el desarrollo de los países. En el Perú, existen grandes problemas atribuibles a la disponibilidad del agua; primero, porque nos hemos desarrollado en zonas que no disponen de importantes recursos de agua, porque nuestros principales ríos se encuentran en la selva; además, nuestras principales ciudades y desarrollo industriales se encuentra en nuestra costa árida.
Para nadie es un secreto que el agua es vida; que podemos estar sin alimentos algún tiempo, pero sin agua, en pocas semanas moriríamos. Los organismos internacionales reportan que cada segundo, en el mundo, mueren personas por ingesta de aguas contaminadas. Se habla de que los nuevos desplazamientos de personas ya no serán por las guerras o el terrorismo, sino por la falta de agua.
Según los expertos, aproximadamente un 3% del agua, de nuestro planeta es agua dulce y, de este porcentaje, menos del 2% estaría disponible para satisfacer las necesidades del hombre. Es decir, el agua es escasa y si a ello se suma la contaminación que viene produciendo el hombre, sobre los escasos recursos hídricos, no debe sorprendernos que ya estemos viviendo una crisis del agua. Además, si consideramos que las demandas de agua irán creciendo, por los incrementos poblacionales, de la industria, la agricultura, etc., la crisis también será mayor.
En una publicación de la cooperación alemana, del año 1990, se reportaba que el tratamiento, en el Perú, de las aguas residuales de las zonas urbanas era de aproximadamente un 30%, un porcentaje de tratamiento engañoso porque la mayoría de los sistemas de tratamiento de aguas residuales están sobrecargados, no tienen mantenimiento alguno y los efluentes no cumplen con la calidad exigida por la normativa vigente.
Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el tratamiento de las aguas residuales de las zonas urbanas no llega ni a un 20%.Si a ello sumamos el, casi inexistente, tratamiento de las zonas rurales y actividades industriales, en un futuro próximo, muchas de las actividades económicas de nuestro país se verán afectadas por la contaminación de nuestros escasos recursos hídricos. El turismo de aventura también se perjudicaría, ya que ningún turista desearía entrar en contacto con aguas contaminadas; así como nuestro creciente potencial agroindustrial, si se detecta productos contaminados; tendremos más enfermos por causas atribuibles al agua, los costos de obtención de agua potable serán mayores; y habría mayores gastos en la industria también, pues utiliza el agua como insumo, etc.
Ante este incierto panorama futuro, debemos reflexionar seriamente sobre este tema (agua). Todos tenemos que aportar para el cuidado del agua y su uso racional, desde nuestra perspectiva como usuarios domésticos, hasta las máximas autoridades responsables de su gestión.