A pesar del progreso actual en el control de la tuberculosis, esta continúa siendo un gran problema mundial de salud pública. Se estima que hay cerca de 9 millones de casos nuevos por año.
Por Dirección de Comunicación. 22 marzo, 2021.El 24 de marzo de 1882, Roberto Koch descubrió la bacteria que causa la tuberculosis (llamado por eso Bacilo de Koch y, actualmente, Mycobacterium Tuberculosis). Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora esta fecha como el “Día Mundial de Lucha Contra la Tuberculosis”.
A pesar del progreso actual en el control de la tuberculosis, esta continúa siendo un gran problema mundial de salud pública. Se estima que hay cerca de 9 millones de casos nuevos por año y, de estos, se detectan solo cerca de 6 millones, por lo que el llamado actual es encontrar los casos perdidos y tratarlos adecuadamente, principalmente en grandes ciudades y poblaciones vulnerables.
La tuberculosis (TB) es una enfermedad infectocontagiosa prevenible, curable y con un componente social importante. Se estima que para el 2019 hubo 10,4 millones de casos de TB, 580 000 casos de TB multidrogoresistente, 1,2 millones de nuevos casos de TB/VIH y 1,5 millones de defunciones, por lo que el M. tuberculosis se ha convertido en el agente infeccioso que más muertes ocasiona. Además, se estima que los casos de TB resistente vienen avanzando, desplazando por selección antimicrobiana a los casos de TB sensible a drogas.
Como respuesta global a la epidemia de la TB, la OMS ha elaborado la estrategia “Fin de la tuberculosis” cuyas metas al 2035 son: a) reducir en un 95% las muertes por TB; b) reducir la tasa de incidencia de TB en un 90%, y c) lograr cero familias afectadas por costos catastróficos por TB). Los tres pilares para el logro de estas metas, de la estrategia “Fin de la Tuberculosis”, son: 1. Prevención y atención integral de la TB centrada en el paciente; 2. Políticas audaces y sistemas de soporte, y 3. Investigación e innovación intensificada.
En el Perú, la Ley de Control y Prevención de la Tuberculosis en el Perú (30287- 6) y su Reglamento (Decreto Supremo 021-2016) declaran de interés nacional la lucha contra la TB. De esta forma, el control de la TB es una política de Estado, independiente a los gobiernos de turno. Las personas afectadas en el Perú son diagnosticadas y tratadas de manera gratuita por las instituciones del sistema de salud del país: el 73% se atienden en el Minsa, el 19% en la Seguridad Social (EsSalud), el 7% en el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el 1% en las Sanidades de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. La atención privada de la TB es limitada, dada la prohibición de la venta libre de medicamentos anti-TB en el Perú. Los pacientes diagnosticados en el sector privado son atendidos en coordinación con EsSalud y el Minsa, tanto las formas sensibles como las resistentes de TB.
El Perú es uno de los países con tasas de TB en sus diversas formas (sensible, MDR y XDR) más altas en la región, especialmente Lima y Callao, cuyas tasas son más alta que el promedio nacional. No todo son malas noticias, hay esfuerzo por mejorar la situación actual: dos nuevas drogas están disponibles: bedaquilina y delamanid dentro del arsenal terapéutico; métodos de diagnóstico de TB y TB-MDR por biología molecular son respaldados por la OMS (Genotype y GeneXpert, ambos empleados en Perú); se está logrando un gran avance en el enfoque multisectorial (complementar el control de la tuberculosis con intervenciones de protección social, propuestas como microfinanzas, microempresas y logro de mejor cobertura por sistemas de aseguramiento viene mostrando impacto favorable en el control..
Guardamos la esperanza de tener un Perú con menos tuberculosis, reflejo de que las autoridades políticas y sanitarias han entendido el impacto que representa para la humanidad; de que haya sensibilización de los medios de comunicación, porque la TB es un problema permanente los 365 días del año y las medidas de protección respiratorias deben ser parte de nuestra cultura.