En el debate de los equipos técnicos, tanto Luis Carranza como Luis Pari trataron de moderar ambas posiciones, consiguiéndolo con mayor acierto el primero de ellos. El representante de PL, Pari, perdió una buena oportunidad para explicar las características del modelo que proponen. En el caso de Carranza, sí hubo propuestas con cifras que permiten analizar las consecuencias de su aplicación en la economía.
Por Guillermo Dulanto. 31 mayo, 2021. Publicado en El Tiempo (Edición dominical)El denominado debate técnico organizado por el Jurado Nacional de Elecciones, y en el que participaron los representantes de los dos partidos políticos que llegaron a la segunda vuelta electoral, tuvo un bloque denominado recuperación económica y reducción de la pobreza, en el cual participaron Luis Carranza por Fuerza Popular (FP) y Juan Pari por Perú Libre (PL).
Previamente a la realización de este debate, se había establecido una diferencia extrema sobre los modelos económicos que propugnan ambos movimientos. La percepción era que FP aparece como el defensor del modelo de libre mercado abierta al mundo y PL como el defensor de un modelo estatista e intervencionista con restricciones al comercio exterior.
En el debate, tanto Carranza como Pari trataron de moderar ambas posiciones, consiguiéndolo con mayor acierto el primero de ellos. El representante de PL, Juan Pari, perdió una buena oportunidad para explicar las características del modelo que proponen. No solo no desvirtúo las posiciones políticas de su agrupación sobre procesos de nacionalización de empresas en ciertas actividades económicas, sino que su discurso adoleció de cifras y propuestas concretas, y más elaboradas que simples enunciados y buenas intenciones. En el caso de Luis Carranza sí se presentaron propuestas con cifras que permiten analizar las consecuencias en la economía de una posible aplicación de estas medidas.
Para este año y el próximo se espera que la economía mundial crezca en todos los países importantes (incluso en América Latina). Para el caso de Perú, se estima que este año crezca entre 7% y 10%, con una cierta reducción en esa tasa de crecimiento para 2021. Por otra parte, todos los países del mundo están estableciendo programas de impuso del gasto e inversión pública, para coadyuvar con el rebrote que provocará la salida de la crisis sanitaria debido a la puesta masiva de las vacunas. El país que tiene el más ambicioso plan de rescate público es EU con un paquete fiscal equivalente al 25,5 del PBI (en el caso de Perú este paquete se estima en 7,3% del PBI).
Medidas económicas
Respecto a las propuestas de Luis Carranza, este aseguró que se crearían 3 millones de empleo, con un crecimiento económico mínimo asegurado de 6%. Para alcanzar este objetivo propuso una fuerte intervención en construcción y arreglo de vías nacionales y departamentales para generar 500 000 empleos. En el caso de las primeras, existen 3000 kilómetros de vías no asfaltadas; y en el caso de las segundas, hay 16 000 kilómetros de carreteras sin asfaltar ni afirmar. En adición, con los programas MiVivienda y Techo Propio esperan generar 200 000 empleos.
En el tema financiero, el economista propuso incrementar el capital para Agrobanco por S/. 1000 millones y Cofide con S/. 3500 millones, con el objetivo de apalancar S/. 15 000 millones para créditos a pequeñas y medianas empresas (esto podría crear 700 000 empleos). Con esta medida las tasas de interés se reducirán sin necesidad de poner topes.
Adicionalmente, se invertiría en proyectos de irrigación para generar un millón de empleos más. Mencionó el caso del proyecto Majes Sihuas II, no así, de manera explícita el proyecto Alto Piura.
En el tema impositivo mencionó que no se realizarán cambios drásticos, con excepción de la elevación temporal del impuesto Especial a la Minería, para el desarrollo del agro en las zonas rurales. Sí indicó que, posteriormente, se buscará mejorar la administración tributaria para reducir la evasión e incrementar la formalidad. Se está considerando un incremento en la presión tributaria de 0,7% del PBI para este año.
Por otra parte, indicó que Pensión 65 y Bono Oxígeno ya están financiadas. En el primer caso, Pensión 65 se duplicaría a S/. 500, incorporándose -además- a medio millón de beneficiarios cada año hasta llegar a una cobertura universal el año 2026. Estos incrementos en el gasto serán con ingresos permanentes, lo que implicará que este costo fiscal pase de 0.1% a 0.8%.
Este año la deuda pública se podría incrementar de 35,9% a 40% del PBI, para luego llegar a reducirla hasta 39% del PBI el año 2026, algo muy problemático para el país, ya que las calificadoras de riesgo que consideran un tope de deuda pública de 30% del PBI, podría deteriorar aún más nuestro grado de inversión.
También habló de mejorar la eficiencia del Estado, sin entrar en detalle de si solo se realizaría un simple maquillaje o harían una profunda reforma integral del mismo, que es lo que se necesita. Junto a esto indicó que se buscará incrementar la competencia en los mercados para que los precios bajen.
En beneficio del financiamiento del fuerte impulso fiscal en el corto plazo que se propone, podemos indicar que el alto precio actual del cobre (ha llegado a US$ 4,54 por lb., de US$ 2.80 por lb que estaba en 2020) puede ser aprovechado para beneficiar directamente a la población. En esta línea propuso redistribuir el canon directamente a la gente (se propone 40% del monto total), y aprovechar la coyuntura para desarrollar una industria y servicios proveedores de la minería, con un gran potencial de empleo en el largo plazo.
La grave consecuencia que ha generado la crisis económica debido a la pandemia, ha sido que la pobreza monetaria se ha incrementado de 20,2% el año 2019 a 30,1% en el 2020. Se espera, indicó Carranza, que con un crecimiento económico de 10% en el 2022 (algo complicado) y una convergencia hacia un crecimiento de 6% en los siguientes años, lleguemos a reducir la pobreza monetaria por debajo de 20% el año 2026.
Para esto, en el corto plazo, además de las medidas ya enumeradas, Carranza propuso que el consumo público se incremente en 8%, considerando que el déficit fiscal de este año se puede incrementar entre 0,4% y 0,5% del PBI, llegando a 6%, añadió que el mismo se irá reduciendo hasta llegar 2% del PBI el año 2026, algo que requiere más detalle sobre los montos que se proyectan.
Con respecto al tipo de cambio mencionó lo que todos los economistas han dicho en estos días: no existen fundamentos económicos para el alza; por el contrario, el tipo de cambio debería estar bajando por el ingreso de dólares por la exportación de cobre; sin embargo, se incrementa por la salida de capitales, como consecuencia de la incertidumbre y temor en el actual contexto electoral. Finalmente indicó que se mantendrá la independencia del BCRP.
En este contexto electoral, y ad portas de una elección crucial para el país, es necesario revisar las propuestas económicas de los voceros de los dos partidos que están postulando. El modelo económico que establece la Constitución de 1993 es bastante amplio para tener mayor o menor énfasis en políticas económicas y sociales, respetando siempre el importante rol de la actividad privada, y de esta manera mejorar la remuneración a los agentes que participan en el proceso productivo.
Lo que sí es garantía de que tendremos problemas en la actividad económica es regresar (porque ya lo hemos experimentado en décadas anteriores) a un Estado intervencionista que, quizás con buenas intenciones, trate de actuar como empresario, teniendo evidencia empírica del fracaso no solo en el Perú, sino en muchos países del mundo.