El país necesita una sociedad civil que se involucre en las gestiones públicas y que se interese por cómo las autoridades manejan los recursos que beneficiarán a los peruanos.
Por Betsy Salazar Guerrero. 02 agosto, 2021. Publicado en Suplemento Semana, El Tiempo, el 01 de agosto del 2021.
Paola Celi, Mela Salazar y Giancarlo Saavedra, especialistas de la UDEP, abordan la importancia de la veeduría ciudadana para contribuir con el desarrollo del Perú.
Este año el Perú cumple 200 años de la proclamación de la independencia y, hoy más que nunca, todos los peruanos tienen un compromiso con el país que los debe llevar a involucrarse en diversos aspectos económicos, sociales, religiosos, educativos y políticos, que contribuyen a gestar un mejor país.
La labor como peruanos no termina participando en las elecciones presidenciales, congresales, regionales y municipales, pues aún hay mucho por hacer para mejorar como sociedad peruana. Dentro del ejercicio ciudadano, existen múltiples mecanismos de participación a la que todos pueden acceder para involucrarse de forma más activa en el país.
Los ciudadanos deben ser el ejemplo del perfil de autoridad que les gustaría tener pues el cambio real es primero personal, reconociendo errores y buscando enmendarlos, refiere la magíster Paola Celi, profesora de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura. Para ello, no se debe promover ni avalar actos de corrupción, por más insignificantes que estos puedan parecer, como dar coimas, buscar ser favorecidos en puestos de trabajo para los que no se está calificado o no se ha cumplido el proceso de selección, por familiares o amigos que ocupen cargos públicos, entre otros.
Asimismo, sostiene que la participación ciudadana incluye el cumplimiento de los deberes; es decir, las personas no deben esperar que solo el Estado solucione sus problemas. Las políticas públicas pertinentes y necesarias deben llevarse a cabo; pero, es muy importante que los ciudadanos estén informados de esas políticas y evalúen qué tan dispuestos están a participar y a cumplirlas en beneficio del bien común.
Mela Salazar, profesora de la Facultad de Comunicación de UDEP, asegura que la participación ciudadana es un derecho y un deber del que todos deben tener consciencia, ya que desde esa participación se ejerce la vigilancia y el control ciudadano. “Es importante que esta iniciativa de involucramiento no surja cada cinco años en unas elecciones, sino que se convierta en acciones permanentes para participar en la gestión pública”, remarca.
Mecanismos de participación ciudadana
Para Giancarlo Saavedra, profesor de la Facultad de Comunicación de la misma institución, las políticas públicas en nuestro país se llevan a cabo con mucho énfasis para incluir mecanismos de participación ciudadana pues son conscientes de que sin los ciudadanos los proyectos, iniciativas o políticas públicas no tendrían razón de ser, ya que apuntan a las personas de cada comunidad.
Por ejemplo, cuando se inicia un proyecto de exploración o perforación, el Gobierno obliga a las empresas a iniciar procesos de participación ciudadana a través de los planes de relaciones comunitarias. Estos planes de relaciones comunitarias, explica Saavedra, incluyen un plan de vigilancia y monitoreo ciudadano para que las personas que viven en el área de influencia del proyecto, tengan la capacidad de ser veedores y fiscalizadores de las acciones que lleva a cabo la empresa extractiva en la zona. La empresa está en la obligación de invitar a personas representantes de la sociedad civil para que cumplan con el papel de supervisar las acciones que realiza, cuidar el medioambiente, participar en los procesos de audiencias públicas, etc.
Por otro lado, desde los gobiernos regionales, provinciales o distritales también hay mecanismos de participación ciudadana. Sin embargo, la comunidad no puede beneficiarse de estos procesos porque los gobiernos, muchas veces, no comunican la realización de estos procesos o porque la gente no quiere participar.
En tal sentido, Mela Salazar menciona que es necesario que las personas se interesen por lo que sucede en sus comunidades y una forma de participar es ingresando a los Portales de Transparencia donde podrán acceder a información de su municipalidad y gobierno regional. Incluso, podrán verificar qué obras se están desarrollando, en qué nivel de avance se encuentran, cuál ha sido la ejecución del presupuesto y qué recursos que se han utilizado; de esta manera, podrán desempeñar un mejor control.
Ahora, existe el Gobierno Abierto que pone a disposición de la ciudadanía las tecnologías de información que faciliten la participación y el diálogo, lo cual fomenta una mejor relación entre los gobernantes, las administraciones públicas y la sociedad. Mediante esta iniciativa, las personas podrán estar más informadas, habrá mayor transparencia y más integridad, sostiene la profesora.
La importancia de las juntas vecinales
La forma más básica de organizarse es la comunidad, la cual se empieza a configurar desde las juntas vecinales porque son las encargadas de transmitir a las autoridades sus necesidades y son las que exigen que se respeten los derechos y se cumplan las promesas, afirma el magíster Giancarlo Saavedra.
Muchas veces, considera el profesor, hay personas que se quejan de que al vecindario más cercano le hayan construido una pista y al suyo no, pero lo que puede haber sucedido es que los representantes vecinales del barrio beneficiado sí acudieron al proceso de participación ciudadana al que convoca la municipalidad, con el que se logró que priorizaran su proyecto del resto.
Por ello, es necesario que los ciudadanos estén atentos a los procesos y conozcan lo que realmente sucede en la comunidad; es decir, se deben involucrar activamente en las juntas vecinales, ya que son sus miembros quienes hacen que su localidad se desarrolle o retroceda.
Además, si los ciudadanos están informados y tienen consciencia de lo que necesitan podrán evitar actos de corrupción ya que, a veces en estos procesos de participación ciudadana, los facilitadores manipulan la toma de decisiones para favorecer a ciertas empresas, indica Saavedra.
“La falta de participación nos lleva a encontrarnos con infraestructuras públicas que no se necesitan y, por lo tanto, los miembros de la comunidad no las usan, lo que provoca que estas se deterioran por falta de mantenimiento y que la inversión realizada haya sido en vano”.
El compromiso de las municipalidades y los ciudadanos
A nivel de Gobierno y sociedad civil, es necesario reconocer que las municipalidades locales son las principales proveedoras de los servicios de calidad. Ahora, es común voltear la mirada a la empresa privada para que provea de servicios y soluciones que, realmente, les corresponden gestionar a las municipalidades, asevera el profesor.
Actualmente, menciona que nos encontramos con gobiernos locales poco comprometidos con el desarrollo del territorio y con personas que no participan activamente de la vida ciudadana. “Si logramos la participación ciudadana, vamos a tener el cumplimiento cabal de políticas públicas y esto, construirá gobiernos locales sostenibles, confiables, resilientes, que saben reinventarse para que sus ciudadanos estén siempre amparados”.
En el caso de Piura, no hay un gobierno resiliente que se adapte a las demandas propias de la vida de una comunidad ni a los cambios. A esto se suma, refiere el profesor, la desidia y apatía por parte de la ciudadanía que a veces se pronuncia solo para quejarse; por eso, los ciudadanos deben aprender a dialogar y construir una comunidad cohesionada, donde se asuman liderazgos y se proponga la apertura al diálogo civilizado con objetivos comunes claros.
Las iniciativas de la sociedad civil
En este contexto, no todo es negativo ya que hay diversas iniciativas ciudadanas que están trabajando activamente y obteniendo resultados. De esta manera, dice Saavedra, habrá gobiernos locales, provinciales y regionales que brinden servicios ciudadanos de la mejor calidad posible, gestionando de forma eficiente los recursos con los que se cuenta.
En la misma línea, la magíster Celi, agrega que las organizaciones o colectivos de la sociedad civil son fundamentales para canalizar los problemas de las comunidades. Por ejemplo, en la coyuntura del Covid-19, se han creado iniciativas de voluntariado para brindar reforzamiento escolar gratuito a niños y jóvenes que tienen dificultades en sus clases virtuales. Esta ayuda es una forma de hacer política y de buscar soluciones reales a problemas reales.
Además, en diversas situaciones de emergencia, como la pandemia actual o el Fenómeno El Niño del 2017, los peruanos han demostrado que pueden apoyar juntos a causas en común, para ayudar a los que más lo necesitan. Sin embargo, “es necesario dar el siguiente paso y no reaccionar a situaciones como las anteriores, que son emergencias, sino que estemos dispuestos y alertas siempre a trabajar por nuestra comunidad”, recalca Celi.
La profesora Mela Salazar anota que los ciudadanos no deben ser indiferentes a lo que sucede en su país ni aceptar con pesimismo que vivir en un sistema sin moral y corrupto es normal, sino que, por el contrario, las personas deben estar alertas y buscar más de qué manera se están desarrollando los proyectos u obras públicas de la región o del país.
También, comenta que una iniciativa importante que evidencia la preocupación de algunas personas por las gestiones públicas es la asociación Vigilia Ciudadana, un servicio cívico voluntario que promueve la transparencia en la gestión de los recursos públicos, fomenta el control social y la participación ciudadana con fines de fiscalización y vigilancia preventiva, para fortalecer la lucha contra la corrupción y alcanzar el buen gobierno. Esta asociación ha sido seleccionada para formar parte del Gobierno Abierto que impulsa la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Aunque esta es una buena acción, no debe involucrar a unos pocos ciudadanos, sino que más personas deben sumarse a estas iniciativas pues Piura está atrasada a nivel de desarrollo regional, señala Salazar. De ahí que sea importante la participación de los jóvenes en veeduría ciudadana porque desde su rol deben ejercer este control social en todos los procesos de gestión pública.
“Desde los colegios y universidades a los estudiantes se les debe hablar de estos temas para que puedan entender cómo funciona el aparato estatal y de qué manera pueden contribuir como ciudadanos”, asegura la profesora.
