Tal vez, este nombre peculiar que recibe en Piura el ave más abundante en la costa del Perú proviene de las antiguas lenguas tallanes. La ortografía más usual es con ‘ese’ (mejor que “zoña”).
Por Carlos Arrizabalaga. 10 agosto, 2021.
Esta variedad de tordo o calandria de cola larga (Mimus longicaudatus) se llama chisco desde Lambayeque hasta Lima y, en la costa sur, chaucato, el que José María Arguedas (1958) describe por su animoso cantar como “pura alegría, puro calor de ánimo”.
En realidad, existen al menos tres subespecies y la norteña es toda de color plomizo y tamaño algo mayor que el de la especie limeña. Este pájaro lo había descrito ya con minuciosidad el jesuita Bernabé Cobo (1653): “El pájaro corregidor es del tamaño de un tordo; de color pardo; el pecho y el vientre ceniciento; la cola y espalda pardas y rayadas de color de gorrión”, señalando que “por ser este pájaro tan dañoso le han puesto nombre de corregidor, a imitación del daño que algunos corregidores de indios suelen hacer en su gobierno”.
La especie norteña también recibía esa dolosa denominación, según testimonia José Ignacio Lecuanda (1793): “El pájaro llamado chisco por un nombre, corregidor por otro y soña en Piura, es de color ceniciento”.
Esteban Puig (1985) refiere todavía el término “regidor”, con lo que la condición republicana había sonsacado solamente una sílaba a su nombre. Como dice Puig, “chisco” es palabra mochica, tal la recogen Middendorf y Brüning. Hildebrandt (1949) recoge también el sinómino “chauco”, que no se registra en ningún otro repertorio.
Existen algunos nombres de aves no consignados por Lecuanda. Puig registra las aves bichauche ‘gorrión’, cachul y chiroca ‘ave de color amarillo’, cumán, pilco y shulín ‘jilguero’, entre otras. Carlos Arellano Agurto (2000) registra en la paremiología regional la frase: “Más caga una soña”, empleada por los muchachos al recibir algo que suponen es muy poquito, como esta nota.
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