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Sep

2021

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Día Mundial de la Capa de Ozono: los retos para continuar con su preservación

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En el marco del Día Mundial de la Capa de Ozono, remarcamos su importancia y la necesidad de continuar sumando esfuerzos para su protección y recuperación.

Por Rodolfo Rodríguez Arismendiz. 16 septiembre, 2021.

Como es de conocimiento general, la capa de ozono es una capa natural de gas presente en la atmósfera superior, que protege a los seres humanos y a otros seres vivos de la radiación ultravioleta (UV) proveniente del sol; por ello, es crucial para la vida en la tierra.

Dichas concentraciones de ozono en la atmósfera varían de forma natural en función de la temperatura, las condiciones meteorológicas, y otros factores como los fenómenos naturales, sin embargo, no fue hasta la década de 1970 cuando se descubrió que la capa de ozono se estaba agotando, debido a la actividad humana y la excesiva emisión de sustancias químicas, especialmente los CFC (Cloro Flúor Carbono), producidas por aplicaciones industriales y de consumo, sobre todo en refrigeradores, aparatos de aire acondicionado y extintores de incendios.

Como consecuencia, en 1987, la comunidad internacional estableció el Protocolo de Montreal,  que es hasta ahora el acuerdo ambiental con más éxito en la historia de las Naciones Unidas, pues fue firmado por todos los países. En el tratado, se acordó reducir la producción y el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono, como los CFC, con el fin de limitar su presencia en la atmósfera. A partir de allí, la emisión de gases contaminantes ha ido en descenso; no obstante, la recuperación de la capa de ozono no se logrará antes de la mitad del presente siglo, pues una vez liberadas, las sustancias que la agotan permanecen en la atmósfera durante años y siguen provocando daños.

Efectos en la salud
El calor solar filtrado a través de la capa de ozono llega con mayor intensidad en forma de luz, la cual permite la visión; también llega en forma de radiación invisible: IR y UV. La diferencia entre estas radiaciones está en sus frecuencias, pues la segunda es de mayor frecuencia que la primera. Por ello, la radiación UV es la más energética y es capaz de producir daños en los seres vivos.

Esta radiación UV se clasifica en 3 tipos: la UV-A, UV-B y la UV-C. La segunda es parcialmente removida por el ozono, es la más energética y, por tanto, produce mayor daño biológico; además, es sensible a cambios en la concentración de ozono y condiciones meteorológicas. La menos dañina es la UV-A, pero, debido a su gran intensidad, también puede producir daños en la piel.

La exposición prolongada a los rayos UV puede derivar en numerosos problemas de salud, como la insolación, cáncer y envejecimiento de la piel, catarata o debilitamiento del sistema inmunológico. La radiación UV-B es biológicamente nociva, daña el ADN de las células y puede causar defectos genéticos en las superficies externas de plantas y animales si se recibe en dosis altas; mientras que, en las personas, puede dañar la piel causando desde un ligero enrojecimiento hasta quemaduras; incluso, con el tiempo, pueden producir molestias graves, lunares, manchas y hasta cáncer en la piel.

Ingeniero Rodolfo Rodríguez

Para evitar sufrir los estragos de los rayos UV se recomienda: no exponerse por tiempo prolongado al sol, alrededor del mediodía, entre las 11:00 a. m. y 3:00 p. m.; utilizar gorras, lentes de protección UV y protector solar con un factor SPF de, por lo menos 15; evitar los reflejos solares del agua cuando se encuentre en el mar o piscinas; e incluir en la dieta diaria alimentos con vitamina A, E y C, así como ingerir más líquidos naturales.

¿Cómo cuidar la capa de ozono?
De acuerdo con el Ministerio del Ambiente peruano, podemos contribuir al cuidado y la preservación de la capa de ozono a través de sencillas acciones y hábitos cotidianos:

  • No utilizar aerosoles ni sprays con gases clorofluorocarbonos (CFC) como las lacas desodorantes o insecticidas.
  • Evitar la quema de basura.
  • Realizar un mantenimiento adecuado a los sistemas de aire acondicionado y refrigeradores.
  • Reducir el uso del automóvil
  • Evitar el uso de extintores que contengan halones.
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