La asesoría académica personalizada que brinda la Universidad de Piura permite que se concrete el “lugar del encuentro” entre maestros y alumnos, y que con un respeto amplio a la libertad personal logre resolver los inconvenientes y dificultades de la vida universitaria.
Por Vladimir Bustinza. 14 septiembre, 2021.Hace pocos meses se me encargó el asesoramiento académico a un grupo de estudiantes de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad de Piura. Desde el comienzo pensé en la gran responsabilidad que estaba asumiendo.
La labor universitaria es realmente apasionante y aunque la pandemia trajo diversas oportunidades educativas: campus virtuales, simuladores para la enseñanza clínica y quirúrgica, nuevos escenarios como laboratorios virtuales, lo más importante es, como decía el Prof. Julio César Durand de la Universidad Austral de Argentina: “el vínculo personal, que se establece entre maestro y discípulo, mediado o no por alguna tecnología, pero real y profundo: en un ámbito educativo las personas dialogan, se hablan y se escuchan, juntas aprenden y mejoran, no sólo quien viene a aprender, sino también quien tiene algo para enseñar o compartir”.
En pocas palabras, quien ejerce la noble tarea de la enseñanza universitaria, muchas veces aprende más de lo que puede enseñar. Desde esta perspectiva, la universidad tiene como misión el propiciar una enseñanza centrada en valores, capaz de cooperar en el desarrollo de la autonomía personal y la autorrealización del ser humano. Mediante el diálogo constante entre profesores y alumnos se descubre el mejor quehacer universitario que es la apasionada búsqueda de la verdad.
Esta situación de la pandemia no ha sido un obstáculo para la realización de las asesorías. En un marco de confianza y confidencialidad y evitando, en lo posible, las interrupciones, las entrevistas entre asesor y alumno que antes se daban en un despacho o en una sala de reuniones del campus universitario, que permita una conversación abierta entre el profesor asesor y el alumno, se dan ahora mediante zoom o video llamadas, con el recíproco compromiso de concretar y poner por obra los medios para el logro de diversas metas en los ámbitos académico y personal.
El tiempo de cada entrevista dependerá de las circunstancias, de la cantidad de temas a tratar ese día y de la frecuencia de reunión. Cada alumno tiene el derecho de contar con un asesor y, al mismo tiempo, tiene a su disposición el horario que el profesor dispone para la entrevista.
En suma, la asesoría académica personalizada que brinda la Universidad de Piura permite que se concrete el “lugar del encuentro” entre maestros y alumnos, y que con un respeto amplio a la libertad personal logre resolver los inconvenientes y dificultades de la vida universitaria y perfeccionar su capacidad de dirigir su propia vida, interactuando y participando desde su posición en la sociedad. A esta meta nos dirigimos y, sin duda, serán los frutos que en unos años veremos nosotros, sus profesores, testigos, facilitadores e impulsores de su camino.