Julio Kcomt y Pedro Malca, egresados de la Maestría en Matrimonio y Familia (MMF), sustentaron un estudio que evaluó el desarrollo de competencias en estudiantes de Secundaria, con hogares disfuncionales.
Por Instituto de Ciencias para la Familia. 30 septiembre, 2021.“Propuesta de intervención para optimizar el desarrollo de competencias personales, sociales, afectivas y cognitivas en alumnos de secundaria con hogares disfuncionales en una institución educativa privada de Sullana” fue la investigación sustentada por los egresados de la MMF, Kcomt y Malca, dirigida por la magíster Gabriela Alcalá. El objetivo fue plantear una propuesta de intervención educativa.
“Nuestro interés se centró en conocer el desarrollo de las competencias mencionadas, en una muestra de estudiantes con hogares disfuncionales puesto que, en estas circunstancias, se puede conocer mejor si existe alguna afectación sobre el desarrollo de sus competencias”, expresaron los investigadores.
El estudio aplicó el Test de APGAR familiar a 646 familias de escolares de Secundaria, con la intención de identificar las familias disfuncionales; posteriormente, se analizó la información y se obtuvo la muestra de estudio, que constó de 43 estudiantes.
Los resultados indicaron que estos escolares mostraron niveles relativamente bajos en el desarrollo de sus competencias personales, sociales, afectivas y cognitivas.
Se demostró que los conflictos familiares afectan considerablemente la estabilidad del estudiante. En las familias que presentan problemas importantes, estos llegan a tener influencia sobre las destrezas sociales de los adolescentes, ocasionando dificultades en la interacción con otras personas de su entorno, descontrol en la exteriorización del afecto y aislamiento o alienación frente al ambiente social, lo cual obstaculiza la comunicación interpersonal.
En el Perú, en una observación realizada por los investigadores Francesc y Hernández, se indica que en Lima existen evidencias de que los jóvenes procedentes de hogares disfuncionales a menudo abandonan la escuela, demuestran inseguridad en su aprendizaje y desarrollo; y, tienen bajo rendimiento académico, comportamiento antisocial, entre otros. “Se puede ver una analogía evidente entre los estudiantes que viven en hogares disfuncionales con su proceso afectivo cognitivo”, explicaron.
Los investigadores citaron a Viladrich y Castilla de Cortázar para resaltar que la proliferación de hogares disfuncionales se debe a la falta de ciertos elementos, como el amor, ya que este ayuda a desarrollar la empatía, sin la cual no puede haber actitudes de reciprocidad entre sus miembros.
Como parte de la propuesta, los autores plantearon el desarrollo de un programa de tutoría integral dirigido, que involucra a la escuela, padres de familia y estudiantes, con el fin de propiciar la formación integral del alumnado, y, por ende, el desarrollo de sus competencias.
“Las familias disfuncionales influyen negativamente en el desarrollo de las competencias evaluadas, por eso debe integrarse el trabajo de escuela y familia para brindar los recursos necesarios para mejorar la dinámica familiar”, concluyeron.
