Ahora bien, pese a este avance, se debe seguir gestionando la adquisición de vacunas, pues de esto dependerá la distribución en todas las regiones para llegar a diciembre con más del 50% de la población vacunada.
Por Dirección de Comunicación. 13 octubre, 2021. Publicado en El Tiempo, el 13 de octubre de 2021.Artículo escrito por el doctor Manuel Díaz, profesor de la Facultad de Medicina Humana.
En estos dos meses del nuevo Gobierno, la gestión del sector Salud se ha apoyado en dos aspectos importantes: la vacunación y proveer de oxígeno para prevenir una nueva ola de retos-para-tener-un-sistema-de-salud-mas-eficientecontagios. Al 28 de julio, cerca del 20% de la población estaba vacunada, ahora estamos rodeando el 30% y, si bien el ritmo es lento, es sostenido. Inclusive, en algunas regiones el avance es mucho más rápido. En Lima, por ejemplo, tenemos cerca del 37% de población vacunada; mientras que, en Piura, alrededor del 22%.
Ahora bien, pese a este avance, se debe seguir gestionando la adquisición de vacunas, pues de esto dependerá la distribución en todas las regiones para llegar a diciembre con más del 50% de la población vacunada, que es uno de los primeros hitos planteados por el Gobierno. Si llegamos al primer trimestre del 2022 con toda la población vacunada, sería una buena meta cubierta.
Paralelamente a la vacunación, se trabaja en la preparación para la tercera ola y en la obtención de oxígeno, aunque aún no hay un indicador claro que nos diga que estamos en una tercera ola; pero, con la experiencia de las dos primeras, debemos prepararnos para afrontar una nueva.
Esta preparación requiere otros pilares importantes: el recurso humano y el equipamiento e infraestructura, que urge fortalecer. Para ello, hace falta potenciar el primer nivel de atención, haciendo que los centros de salud estén interconectados, no solamente entre ellos sino también con los otros niveles de atención.
De ahí que las Redes Integrales de Salud (RIS) sean claves para que este primer nivel de atención funcione de modo más concertado, mejor distribuido y para se invierta esa pirámide de atención que está recargada todavía en el segundo y el tercer nivel. Este es un reto impresionante para el Gobierno.
Otro de sus retos, debe ser el cierre de la brecha de recurso humano; la cual es mucho más notoria en provincias. En Lima se orienta, sobre todo, a las especialidades de mayor demanda. La pandemia ha desenmascarado la alta necesidad de médicos intensivistas, neumólogos, internistas, cardiólogos, ginecólogos, pediatras, médicos de familia, entre otros. Para cerrar esta brecha se debe coordinar con las regiones, para diseñar estrategias efectivas para este fin.
En cuanto a la infraestructura y equipamiento, tenemos una buena cantidad de hospitales bastante antiguos, por lo que se debe hacer un plan rápido, programado, para mejorarlos y equiparlos adecuadamente, para evitar graves problemas y mejorar la calidad de atención.
La atención de estos tres pilares (vacunación, infraestructura y equipamiento y recursos humanos) marcará el cambio hacia un sistema de salud eficiente.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.