Muchos alimentan lo de borrón y cuenta nueva; lo cual algunas veces es adecuado; sin embargo, por lo general, el líder, luego de reconocer los logros, ha de hacer consciente al otro de los errores cometidos, para corregirlos.
Por Mariela García Rojas. 04 enero, 2022. Publicado en Gestión, el 29 de diciembre de 2021.Una de mis acepciones favoritas acerca de lo que es dirigir es la que asocia esta labor a la de quien tiende puentes. Qué propicio, además, con la proximidad del año nuevo. Si no te has dado un tiempo para una rigurosa y detenida evaluación del desempeño de las personas a tu cargo, comprométete a hacerlo al inicio del año nuevo. La prisa es mala consejera y más en un asunto como este, que exige clarividencia al analizar lo acontecido, atenta escucha y magnanimidad en la definición de objetivos del 2022. Tu equipo lo merece, no los prives de lo debido.
Muchos alimentan lo de borrón y cuenta nueva; lo cual algunas veces es adecuado; sin embargo, por lo general, el líder, luego de reconocer los logros, ha de hacer consciente al otro de los errores cometidos, para corregirlos. Corregir es una de las más grandes dádivas que alguien puede recibir para salir de la inconciencia de sus faltas. Conocer las causas que el colaborador atribuye a las omisiones, a la desatención de lo previsto y/o a las dificultades para el desempeño de su función (baja iniciativa, falta de unidad y coordinación, poca atractividad hacia la consecución de la tarea o del proyecto) es muy valioso. El silencio y las generalidades no contribuyen y son un campo minado para el correcto ejercicio futuro.
Bruno Mastroianni, en La disputa feliz, atribuye mayores niveles de felicidad a aquellos que reelaboran sus ideas, revitalizando así la hondura de la conversación honesta, clara e impregnada de verdad; elementos valiosos en los procesos de coaching y de evaluación.
El diálogo y el intercambio de experiencias jefe-colaborador son provechosos también para quien dirige con apertura, le facilitan conocer, descubrir y encauzar mejor en adelante (si quiere) su actuación y estilo directivo.
Quienes lideran deben cuestionar seriamente la calidad de puentes que han construido y los que desean tender entre el año que concluye y el que viene. Similar enfoque sirve al evaluar lo que cada colaborador ha avanzado y lo que le falta; siempre se puede ir a más, en el desarrollo de las capacidades potenciales de los dirigidos. Los negocios no son solo negocios. Una mayor cantidad y calidad de bienes en la empresa es posible y redunda en grandes satisfacciones.
El diseño de planes personalizados de mejora arranca por quien dirige, ya no tan solo porque es verdad que la mejora continua nos presenta a todos importantes demandas para realizar un trabajo eficaz y satisfactorio, sino porque, en el caso de quienes ostentan el poder formal, es una obligación. Dime quién manda y te diré quién puedes llegar a ser.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.