¿Te ha pasado que cuando estás decidido a hacer algo importante (significativo), de pronto, cruza por tu mente la necesidad de hacer algo no tan importante? Eso que nos detiene o nos distrae se llama resistencia.
Por Juan Quinde. 01 febrero, 2022. Publicado en Correo, el 29 de enero de 2022.Resistiéndonos pasamos los días y las semanas, sin empezar un proyecto, leer un libro, reducir el tiempo en Facebook, hacer esa llamada o visita, etc.
El libro La Guerra del Arte define la resistencia como la fuerza más tóxica del planeta, cuya meta es alejarnos y distraernos de hacer nuestro trabajo.
La resistencia te dirá cualquier cosa con tal de que no hagas tu trabajo. Mentirá, seducirá, te obligará. Asumirá cualquier forma. Su propósito no es herir, es matar. Con ella se pelea a muerte. Incluso, cuando estás cerca de alcanzar un objetivo, la resistencia lanza un último ataque con todo lo que tiene.
¿Cómo luchar contra ella? Primero, debemos entender que nosotros la alimentamos con nuestros miedos, como el miedo al fracaso o al qué dirán. La resistencia es, por definición, autosabotaje; pero, también existe el peligro del sabotaje de otros. Es decir, cuando tomas una decisión firme, a su alrededor empiezan a aparecer situaciones, comportamientos o incluso comentarios que alimentan la resistencia.
¿Cómo se manifiesta? Lo más común es la postergación (¿te suena familiar “mañana empiezo”?). Lo más dañino es cuando la postergación se vuelve un hábito. A veces, la resistencia toma forma de sexo, chismes, alcohol, drogas o el consumo de grasa y dulces. Aquí, la resistencia nos ha engañado con una barata distracción.
¿Cuándo la vencemos? Cuando nos convertimos en profesionales (no me refiero a un doctor o ingeniero): aman tanto lo que hacen que dedican su vida a ello. Les comentaré más sobre cómo vencer la resistencia cuando publique la segunda parte de este artículo (si es que logro vencerla).
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.