El doctor Dante Guerrero analiza el presente y el futuro de la dirección de proyectos, y detalla las principales herramientas y capacidades que todo directivo debe conocer y desarrollar para el ejercicio eficiente de su labor.
Por Gabriela Hernández. 26 abril, 2022.
Un entorno laboral como el actual, dinámico y competitivo, exige que las empresas y profesionales sean versátiles y altamente adaptables. La gerencia o dirección de proyectos, también, ha experimentado cambios para adaptarse a los retos del nuevo contexto laboral.
“La forma de gerenciar o dirigir un proyecto ha evolucionado más rápido que nunca, el contexto del siglo XXI es VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo)”, explica el doctor Dante Guerrero, profesor de la Facultad de Ingeniería y director de la Maestría en Dirección de Proyectos de la Universidad de Piura.
Refiere que en el contexto actual surgen múltiples retos, por lo que la agilidad es clave para afrontar la volatilidad; la información es fundamental para reducir la incertidumbre; y reestructurarse es crucial para alinearse con la nueva complejidad. Finalmente, la experimentación inteligente es necesaria para reducir la ambigüedad.
Agrega que es “necesario enfocarse en un panorama total de la entrega de valor (…) y procurar una visión sistémica. Un enfoque de los sistemas hacia la entrega de valor cambia la perspectiva de dirigir portafolios, programas y proyectos, para centrarse en la cadena de valor y los objetivos del negocio”.
Herramientas básicas para un entorno dinámico
Según la última versión de la Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos – PMBOK del PMI, los principios de la dirección de proyectos son doce:
“Ser un administrador dirigente, respetuoso y cuidadoso; crear un entorno colaborativo del equipo; involucrarse eficazmente con los interesados; enfocarse en el valor; reconocer, evaluar y responder a las interacciones del sistema; demostrar conductas de liderazgo; adaptar con base al contexto; incorporar la calidad en los procesos y los entregables; navegar en la complejidad; optimizar las respuestas a los riesgos; adoptar la adaptabilidad y la resiliencia; y permitir el cambio para lograr el estado”, afirma el doctor Guerrero.
Señala que estos principios, a su vez, se aplican a los ocho dominios de desempeño del proyecto: los interesados, equipo, enfoque de desarrollo y ciclo de vida, planificación, trabajo del proyecto, entrega, medición e Incertidumbre.
A pesar de que muchos de estos principios y dominios de la dirección de los proyectos tienen que ver con la planificación y utilización de recursos, es importante destacar la importancia de las herramientas básicas que “tienen se relacionan con el desarrollo de las personas en los equipos de trabajo. Concretamente, desarrollar competencias profesionales de práctica, de personas y de perspectiva”, acota el profesor de la Facultad de Ingeniería.
