Son muchos los ámbitos en los que es necesario seguir incidiendo para promover la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias, eliminar los prejuicios existentes y empatizar con el colectivo.
Por José Rimarachín. 02 abril, 2022.Bajo el lema «Un feliz viaje por la vida», la campaña del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo 2022 pone el foco en el derecho de las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y sus familias a disfrutar de una vida feliz.
Este trastorno, de origen neurobiológico, afecta la configuración del sistema nervioso y el funcionamiento cerebral. Acompaña a la persona toda su vida y afecta, fundamentalmente, dos áreas de sus funciones personales: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y del comportamiento. Por ejemplo, le dificultad pasar de una actividad a otra, su atención a los detalles y tiene reacciones poco habituales a las sensaciones.
Las capacidades y las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo. Algunas pueden vivir de manera independiente, pero hay otras con discapacidades graves que necesitan atención y apoyo durante toda su vida.
Se calcula que uno de cada 160 niños en el mundo tiene un TEA, según la Organización Mundial de la Salud. Es una estimación media, pues la prevalencia observada varía considerablemente entre los distintos estudios. Por ejemplo, en España, país con 72 millones de habitantes (aprox.), se estima que hay 450 000 personas con TEA; si se considera el impacto en las familias, casi un millón y medio de personas son afectadas por el trastorno, en este país. En el Perú no hay cifras confiables.
Sobre las causas, la evidencia científica disponible indica que hay múltiples factores, como los genéticos y ambientales, que hacen más probable que un niño pueda padecer un TEA.
El autismo suele influir en la educación y las oportunidades de empleo e impone exigencias considerables a las familias que prestan atención y apoyo. Las actitudes sociales y el de las autoridades locales y nacionales son factores importantes que determinan la calidad de vida de las personas con autismo. Para garantizar esta, las personas con TEA necesitan acceder a una serie de servicios individualizados, específicos y especializados que deben ir adaptándose en función de la etapa del desarrollo en la que se encuentren, así como de las experiencias que hayan ido adquiriendo en su vida.
Son muchos los ámbitos en los que es necesario seguir incidiendo para promover la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias, eliminar los prejuicios existentes y empatizar con el colectivo, para que tengan una vida feliz y participen activamente en la sociedad en igualdad de oportunidades y como miembros de pleno derecho.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.