Los fundos son medianos al lado de las numerosas pequeñas parcelas que proceden, igual que su nombre, de la reforma agraria de Velasco, que trató de dar nuevos nombres a las cosas y dividió las antiguas haciendas.
Por Carlos Arrizabalaga. 02 mayo, 2022. Publicado en Correo, el 30 de abril de 2022.“La irrigación” es un poema de denuncia satírica publicado anónimamente por unos piuranos en 1852. Presenta el “piurano suelo” como una dama de marchito rostro y en perpetuo duelo. Juan Paz Velásquez interpretaba en esos versos una alegoría de la lucha contra el centralismo limeño y una defensa de la agricultura, que es el centro de la vida de los piuranos. Las haciendas constituían el gran motor de la economía.
La reforma las hizo desaparecer y con ellas se fue también la palabra, pero han pervivido otras voces, que designan porciones de tierra: fundos, rozos… Entre 1884 y 1908, señala Alejandro Diez Hurtado (1992), se crea la hacienda Cumbibira, con la compra de 34 pequeños fundos. Un fundo de Querecotillo, indica Germán Leguía y Martínez (1914), era “un desprendimiento de la antigua inmensa hacienda de Tangarará”.
Los fundos son medianos al lado de las numerosas pequeñas parcelas que proceden, igual que su nombre, de la reforma agraria de Velasco, que trató de dar nuevos nombres a las cosas y dividió las antiguas haciendas suponiendo que la “parcelación” traería igualdad y felicidad para todos.
Describe Hildebrando Castro Pozo (1940): “La hacienda señorea en la lomada sobre todo el confín de los rozos, que van a morir allá, al pie de los grandes medanales.” En general, se llama “rozo” el terreno que se ha rozado (es decir, limpiado). Germán Leguía definía que en Piura rozo era una sección irrigable y cultivable de la hacienda. Los rozos se dividían por cuadras y el algodón se sembraba “poniendo doce varas de planta a planta, tanto de calle como de tramo”.
Otras voces del castellano antiguo eran “majada” y “potrero”, donde criaban ovejas y mulas.
También les decían fajas o mangas, si tenían forma alargada, especialmente cerca de las márgenes. Más allá, las tierras eriazas y el despoblado.
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