Al procrear al hijo, el padre inicia su paternidad y, dependiendo de la naturaleza de los actos biográficos que relacionan a ese padre con su hijo su paternidad crecerá o decrecerá.
Por César Chinguel. 18 junio, 2022.Para hablar de paternidad es necesario meditar antes sobre sus tres dimensiones: la paternidad, la maternidad y el vínculo que los relaciona y los mantiene unidos. Estas dimensiones están presentes en toda persona humana como potencia, y solo se activan con actos personales propios.
Una persona es padre, por la madre, y ambos por la existencia del hijo. Lo que hagan o dejen de hacer en sus relaciones personales fortalecen o debilitan el vínculo entre ellos, pero nunca lo eliminan. Un hijo, lo es, aunque no conozca a sus padres. Y lo será, aunque los padres lo rechacen, y esto es así porque el vínculo de unión radica en el ser mismo de padres e hijos. Obviamente, ante la ausencia de alguno de ellos, el sentido de paternidad o filiación puede encarnarse subsidiariamente en otra persona cercana.
La paternidad, como toda potencia humana, está al principio vacía, y al activarse por un acto personal humano, inicia su dinámica y ya nunca estará estática, siempre estará creciendo o decreciendo. Un niño al nacer es potencialmente un padre, puede llegar a ser padre, pero no lo es, ni lo será, hasta que no alcance su madurez corporal, afectiva y espiritual que su potencia paternal necesita para estar en condiciones de ser activada por actos humanos en los que el amor debiera ser su motor esencial.
Al procrear al hijo, el padre inicia su paternidad y, dependiendo de la naturaleza de los actos biográficos que relacionan a ese padre con su hijo su paternidad crecerá o decrecerá. En la intimidad del padre y el hijo aparece un nuevo territorio íntimo cuyo crecimiento no tiene límites porque se fundamenta en el amor humano, que es participación del Amor de quién los amó a ambos desde antes de la creación del Mundo. En el plano práctico, no hay acto entre un padre y un hijo que sea indiferente y que no aumente o disminuya su amor, su vínculo íntimo como padre e hijo.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.