Según la OMS se entiende por bullying intimidación física, psicológica o sexual contra una persona en edad escolar, reiterada en el tiempo, que puede provocar daño, temor o tristeza en la víctima o en un grupo de víctimas.
Por Instituto de Ciencias para la Familia. 04 julio, 2022. Publicado en El Tiempo, el 2 de julio de 2022.Artículo escrito por la magíster Marina Pereyra, colaboradora del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura.
El termino bullying fue acuñado por Dan Always en 1993. Pero, ¿qué es? En épocas anteriores se le llamaba “tomar de punta” o “tomarle el pelo” a alguien. Según la OMS se entiende por bullying intimidación física, psicológica o sexual contra una persona en edad escolar, reiterada en el tiempo, que puede provocar daño, temor o tristeza en la víctima o en un grupo de víctimas.
El daño que puede causar en muchos casos termina en tragedia. En este sentido, quienes sufrieron bullying padecen consecuencias diversas tales como conductas suicidas, actitudes pasivas, trastornos emocionales o conductuales, pérdida de interés en los estudios y, en consecuencia, bajo rendimiento académico, episodios fóbicos entre otros.
La familia es el lugar donde se debe fortalecer la seguridad, la protección y la autoestima de nuestros hijos. Aprendamos a decirles que son únicos y especiales, que los amamos, que no deben permitir que alguien los maltrate física ni verbalmente y que ellos tampoco lo hagan; y, que pueden pedir ayuda siempre, que hacerlo no es de cobardes, al contrario, es de valientes que no permiten una injusticia.
El que acosa necesita de público siempre, para legitimarse como líder, entonces nuestros hijos necesitan saber que si observan una situación de acoso jamás deben permitirla ni ponerse de lado del acosador sino de la víctima. Si es posible, que intervengan o avisen a un adulto.
Tal vez, hace falta ahondar más y no quedarnos solo en el concepto del bullying. Debemos ir más allá, pues este tipo de problema social, como tantos otros, nace y tiene como raíz la ausencia de amor en la familia.
Padres y madres estemos alertas, examinemos si estamos haciendo bien nuestro papel, no basta con llevar el título de padre o madre o de sentir que damos amor a nuestros hijos, preguntémonos: ¿ellos sienten nuestro amor? ¿Cómo saberlo? Lo sabemos cuando vemos que, también, dan amor.
Las personas aprendemos a amar amando; si a nuestros hijos les enseñamos desde pequeños a amar, sintiendo primero ellos nuestro amor desde su concepción, en una familia constituida en matrimonio, dejando de lado nuestro egoísmo de satisfacción personal, también aprenderán.
Puede sonar reiterativo escuchar o leer que la familia es la base de la sociedad, pero es así. ¿Qué sociedad percibimos? Una sociedad caótica, deshonesta, egoísta, nada empática, deshumanizada, eso es lo que reflejamos. Es urgente empoderar a la familia, pues desde allí empezamos a humanizarnos y es en ella donde recibimos el impulso y la energía para ser buenos amadores.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.