Jianela Pérez, beneficiaria de Beca 18, comenta su experiencia en la Universidad de Piura y cómo ha logrado sobresalir académicamente, gracias al apoyo de su madre.
Por Gianfranco Quispe Alarcón. 17 agosto, 2022.
Desde pequeña, Jianela Pérez Oblea, natural de Tumbes, tenía la ilusión de estudiar una carrera profesional en la universidad, sueño al que nunca renunció.
Para Jianela, su madre siempre ha sido su principal soporte; por eso, solía acompañarla a la frontera con Ecuador a vender chocotejas, negocio que les permitió ahorrar dinero para su futuro académico. “Ella nos ha sacado adelante sola, a mi hermano menor y a mí. Sino estaba en su trabajo habitual, realizaba cualquier emprendimiento. No necesitó de nadie más para darnos una buena formación”, expresa.
Su mamá trabajaba en el proceso de limpieza y empaquetado de langostino, le contaba a su hija acerca del correcto proceso de producción para asegurar la calidad de un producto; esto despertó el interés de Jianela por el proceso logístico.
En la Secundaria, obtuvo excelentes calificaciones y al culminar su etapa escolar, logró ocupar el primer puesto de su promoción. Gracias a ello, consiguió la Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec).
Este momento fue punto de inflexión para la estudiante. “Cuando recibí la noticia de que había obtenido una beca fue increíble. Desde que obtuve una beca para estudiar, mi vida cambió por completo”. En ese sentido, inspirada por su madre, decidió estudiar Ingeniería Industrial y de Sistemas en la Universidad de Piura.
Al inicio de su carrera universitaria tenía muchas dudas y temores pues se sentía en desventaja frente a otros alumnos. “Me parecía muy difícil porque mis compañeros habían estudiado en mejores colegios y sus conocimientos eran más avanzados. Sin embargo, tomé esta situación como una oportunidad para esforzarme más y dedicar más horas a los cursos difíciles. Al final de cada ciclo me sentía orgullosa de mí”, sostiene.
Logros como alumna
Actualmente, la becaria se encuentra en el noveno ciclo de la carrera y continúa sobresaliendo académicamente. Por eso, ha podido participar de dos intercambios estudiantiles internacionales en Chile y México. Asimismo, ha realizado sus prácticas preprofesionales en Colombia.
“Me siento agradecida con la UDEP, por haberme permitido hacer dos intercambios virtuales. El primero lo hice en la Universidad Técnica Federico Santa María (Chile), donde llevé el curso de Logística Internacional; y el segundo, en la Universidad Panamericana de México, donde realicé la asignatura de Ética Profesional, la cual me ayudó a conocer la cultura laboral de ese país”, precisa.
En la universidad ha podido convivir con profesoras de la carrera con quienes ha forjado una buena amistad, y le han compartido sus experiencias acerca de la ética y el profesionalismo laboral.
Por ello, Pérez desea ejercer su profesión en Tumbes, con el fin de mejorar la gestión ecológica de su región. “Quiero ayudar en el impacto ambiental y mejorar la gestión de residuos urbanos, de tal manera que la basura no termine en los canales, alcantarillados o en las calles”.
Luchar por los sueños
La futura ingeniera aconseja a todos los jóvenes que desean acceder a una beca universitaria que “si tienen los motivos y las fuerzas para ser profesiones, deben aprovechar las oportunidades”. Si tienen dudas, la asesora, un profesor de confianza o el área de Psicología serán el mejor soporte académico para cualquier dificultad académica que puedan encontrar, acota la alumna.
Además, recomienda, a quienes estén empezando su vida académica en pregrado, que se organicen y establezcan metas claras a corto plazo, pues al principio les costará adaptarse a estudiar bajo presión. Sin embargo, agrega: “Cuando todo lo hacemos por amor a nuestros padres, la voluntad será la que nos ayudará a ser perseverantes en todo lo que nos proponemos”.
Como una de sus metas a corto plazo, Jianela quiere obtener su licenciatura y certificado internacional de inglés; y en el largo plazo, realizar una maestría en gestión de procesos. También, le gustaría trabajar en el rubro de su madre, en el área de Logística o Control de calidad de producción.
Sobre su destacada etapa universitaria, agradece el apoyo emocional que siempre ha tenido de su familia, así como todas las oportunidades que le ha brinda la UDEP. “Cuando tenga que graduarme siempre recordaré a mis compañeros, las Olimpiadas Ramon Mugica y los balconazos de la Facultad de Ingeniería”, indica.
