Manuel Eyzaguirre, profesor y productor de cine, ganó el primer lugar en el concurso Cine del Mañana y ya se prepara para estrenar sus películas “Domingo” y “Libertad”.
Por Fernanda Vegas Sernaqué. 02 septiembre, 2022.El chiclayano Manuel Eyzaguirre Bravo egresó de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura en 2001. Desde entonces, ha laborado en los distintos ámbitos de la comunicación en medios informativos como La Industria y Radio Cero, en el área de marketing de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo e, incluso, como profesor en la misma universidad y en otras como San Martín de Porres, César Vallejo, Señor de Sipán y en la Universidad de Chiclayo. Sin embargo, nunca dejó de lado lo que considera su pasión: el cine.
Ahora, se prepara para estrenar dos largometrajes “Libertad” y “Domingo”. Además, planea terminar una película que grabó con su hijo e iniciar la producción de proyectos de cine hechos en Lambayeque.
“Domingo” y otras producciones
Con la película “Domingo”, Eyzaguirre Bravo y su equipo de trabajo ganaron el premio del concurso Cine del Mañana en la sección industria (trabajo en proceso). Este premio les permitirá terminar la película y, sobre todo, relacionarse con programadores, distribuidores y agentes de venta a nivel internacional. Manuel también ganó el premio del Festival Internacional Viña del Mar en la sección industria, otra posibilidad para difundir la película en el extranjero.
“Es una película que puede generar un interés comercial porque habla de mujeres con problemas de comunicación intergeneracional. Son mujeres reales, no de catálogo. Hablo de mujeres cercanas, que conviven con nosotros en nuestros hogares, pero que muchas veces no entendemos a profundidad. Siento que la película va a conectar con nuestras vidas cotidianas”, comenta.
El egresado de la UDEP ha dirigido más de una veintena de cortometrajes, cada uno “movido por algo personal, familiar o de memoria”, señala. Entre sus trabajos más reconocidos dentro y fuera del país, figuran los siguientes: “La abuela Genoveva”, “Viajero” y “Verano”. Sin embargo, Manuel Eyzaguirre considera que “su corazón y su mente” están más enfocados en los trabajos más personales, “esos que hablan de mi familia, de mis amigos y de mis experiencias, porque el cine es una terapia para mí”, explica.
El camino del cineasta
Su gusto por el cine nació en la Universidad de Piura, con las sesiones del cinefórum y los cursos de realización cinematográfica, sin embargo, lo que más le impulsó en esta vocación fue hacer cine fuera de las aulas. “Alejandro Machacuay, Juan Carlos More, Izaro Gorostidi y José Rimarachín fueron personas muy importantes para desarrollar esta pasión que me hace feliz, a pesar de las dificultades”, comenta.
Manuel se ha desempeñado también como profesor de cine. En este campo, el proyecto que más recuerda es un cortometraje grabado con sus alumnos en un centro penitenciario de Chiclayo. “Fue un caos completo tener el permiso de la universidad y de los padres. Pero se logró, el documental se terminó y cambió la forma en que los chicos veían el cine y el mundo. Se arriesgaron a formar parte de una obra cinematográfica que luego se difundió en todas las prisiones del Perú. En el cine, hay que romper lo establecido, retarte y arriesgarte”, comenta sobre esta experiencia. Con esa misma idea, en el 2009, con los alumnos de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, lanzó el primer largometraje universitario hecho en Perú: ¡Vivir!.
Actualmente, Manuel trabaja como comunicador audiovisual, asesora proyectos cinematográficos y audiovisuales; y, eventualmente, dicta talleres y produce en Norcinema, una empresa audiovisual de Lambayeque. A la par, continúa proyectos cinematográficos personales.
Para los amantes del cine
Él considera que en el camino para convertirse en cineasta tuvo experiencias y personas que le impulsaron a seguir su vocación. “Es importante tener un mentor, en mi caso fue el profesor Alejandro Machacuay. Él, con su pasión, despertó una vocación que desconocía”, recuerda.
Además, indica que es importante que quienes gustan del cine y quieren dedicarse a este, sepan que son “eternos aprendices” y puedan adaptarse a las nuevas tecnologías y formatos. “Pero, lo más importante es ver mucho y buen cine, hablar de él, cuestionar, reflexionar, usarlo como referencia y crear”, destaca.