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Sep

2022

La mejora de la educación básica es imprescindible para que cada persona pueda forjarse un futuro feliz y para que la sociedad progrese.

Por Moises Pariahuache. 26 septiembre, 2022. Suplemento Semana, el 25 de setiembre de 2022

Según el reporte del INEI, “Perú: indicadores de educación según departamento 2010-2020”, se registraron datos preocupantes sobre el acceso a la educación en la región Piura. Durante el 2020; por ejemplo, la tasa neta de matrícula en niños de 3 a 5 fue, aproximadamente, del 80%; en los niños de 6 a 11 años, 92%; de 12 a 16 años, 82% y de 17 a 24, 19%; mientras que el promedio nacional es de 85%; 96%; 83% y 25%, respectivamente.

De estos datos, se advierten tres situaciones: en primer lugar, aunque el acceso a la educación haya mejorado, en Piura aún hay muchos niños y adolescentes que no acceden a estos servicios; en segundo lugar, el acceso a los servicios educativos en la región es inferior al promedio nacional; y, por último, el acceso de los jóvenes de 17 a 24 años de edad a educación superior es bastante bajo, aproximadamente, una persona de cada cinco. Esta realidad nos invita a reflexionar: ¿qué se puede hacer por el bien de los niños de nuestra región?

Articulación para mejorar la educación
La mejora de la educación comprende varios ejes de trabajo, entre ellos un trato más cercano y afectuoso entre padres e hijos; una escuela más atractiva para el estudiantado; un profesorado formado y motivado; una comunidad cooperadora y; autoridades sectoriales proactivas.

En el artículo 10 de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales (Ley N°27867), se indica que la educación es una competencia compartida -con otras instancias gubernamentales-, mediante la cual se gestionan los servicios educativos de nivel inicial, primario, secundario y superior no universitario, con criterios de interculturalidad orientados a potenciar la formación para el desarrollo.

Además, en el artículo 47 precisa que las funciones en materia de educación tienen que ver con formular, aprobar, ejecutar, evaluar y administrar las políticas regionales de educación; esto es, contar con un proyecto educativo regional, diversificar el currículo; promover e incentivar los servicios referidos a la educación inicial, primaria, secundaria y superior no universitaria, entre otros. Contando con ese marco normativo, también tiene sentido esperar y demandar un rol protagónico de las autoridades políticas.

Propuestas de los candidatos regionales
De acuerdo a los objetivos estratégicos presentados por los candidatos al Gobierno Regional de Piura (vistos en la web Voto Informado), se tiene que de los 12 planes de gobierno solo siete incluyen de forma explícita acciones a favor de la educación.

Las propuestas inciden en elevar el nivel educativo, determinar indicadores de calidad y progreso según estándares internacionales, capacitar a los docentes, implementar proyectos integrales de infraestructura, promocionar iniciativas culturales, articular con universidades, mejorar el acceso a los servicios, monitorear el trabajo pedagógico, promover la lectura científica, entre otros.

Mientras seamos más conscientes del valor de la educación, por lo que significa para cada persona y por su interés para el progreso social, habrá mejor disposición para hacer un trabajo sistemático que incida en el desarrollo de capacidades.

Muchas personas están convencidas -entre ellas el filósofo Fernando Savater- de que el mundo está lleno de genios, pero hacen falta maestros. Creo que, en efecto, nos hace falta maestros de vocación y debidamente formados, pero, también necesitamos el liderazgo y compromiso de las autoridades para inspirar el cambio y construir escenarios de formación que desarrollen el talento que todo niño tiene en potencia.

Al pensar en las posibilidades de mejora en el sector educación, surge una amplia gama de necesidades y una advertencia sobre la limitada disposición de recursos; ahí esta el primer desafío: lograr diagnosticar el estado actual y priorizar, de forma concertada, políticas educativas creativas que generen impacto. Estas políticas pueden plantearse en torno a premisas básicas: enseñar a partir de ejemplo, adecuar escenarios para el aprendizaje y contar con profesorado preparado para mediar experiencias de aprendizaje significativo.

Tras la dura experiencia de la pandemia, el nivel de aprendizaje de los escolares disminuyó notablemente -la virtualidad tiene sus limitaciones-. Ahora, a puertas de las elecciones de autoridades municipales y regionales, creo que es oportuno propiciar espacios de diálogo que visibilicen la necesidad de atender la educación y enrumbarse a la definición de políticas educativas regionales exigentes que generen esperanza para los niños e, incluso, a los jóvenes, ya que del 2019 al 2020, el grupo de personas de 15 a 29 años que ni estudia ni trabaja pasó, aproximadamente, del 17% al 27% y el acceso a la educación superior disminuyó 6%. La ciudadanía merece propuestas viables y sostenibles.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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