Los niños perciben la tensión y los cambios, por lo que será sumamente importante que los padres sean capaces de explicar con claridad, y atendiendo a la edad de cada niño, qué está pasando.
Por María Gracia Muñoz-Nájar. 14 febrero, 2023. Publicado en El Tiempo, el 11 de febrero de 2023.
Los niños, al ser parte de la sociedad, también se ven afectados por crisis políticas como la actual, y por las situaciones de incertidumbre y de tensión imperantes en el ambiente social. Viven constantes cambios de planes, a causa de las variaciones en los ingresos mensuales de sus familias, la inseguridad, entre otros factores. Estas situaciones pueden generar malestar emocional en los infantes, quienes ven afectadas sus rutinas.
Además, la inestabilidad política afecta los avances que se vienen realizando en cuanto a políticas públicas para el desarrollo de la infancia. Con ello, los menores que viven en contextos vulnerables son los más afectados. Esto lleva a que se amplíen las brechas entre quienes pueden acceder a servicios privados de educación y salud y quienes no los tienen. El bienestar emocional de los padres, también, puede perjudicarse por la situación política y esto conduce a un ambiente de creciente tensión y malestar en los hogares.
Los niños perciben la tensión y los cambios, por lo que será sumamente importante que los padres sean capaces de explicar con claridad, y atendiendo a la edad de cada niño, qué está pasando. A continuación, propongo algunas recomendaciones para este fin.
Alrededor de los 8 o 9 años puede ser un buen momento para abordar estos temas, ya que los niños perciben con mayor claridad lo que sucede en su entorno y son más receptivos a los comentarios sobre política.
A partir de esta edad, también podrían estar expuestos a contenidos como los de los noticieros. Para ello, deben estar en compañía de un adulto que pueda aclarar sus dudas y matizar la información. Esta exposición a edades muy tempranas no es conveniente.
Es importante explorar las ideas que tienen sobre la política. ¿Qué hace un presidente?, ¿cómo lo elegimos?, ¿qué pasaría si no tuviésemos un presidente? Con estas preguntas, podrían entrar al diálogo. A partir de sus respuestas, se puede ampliar sus conocimientos introduciendo algunos conceptos como la democracia.
El uso de ejemplos y vivencias concretas para explicar y aclarar estos conceptos será muy útil. Podrían hacerse votaciones en familia o abordar estos temas partiendo de reflexiones sobre películas o videos.
Para abordar estos temas, se debe instaurar un ambiente de confianza en el que los niños expresen sus dudas y comentarios.
Y, si en estas conversaciones también se hablará de la violencia, es crucial empezar preguntando qué piensan y, sobre todo, cómo los hace sentir esta situación. En este punto, es necesario validar sus emociones y proponerles ideas que complementen las suyas.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
