José Ricardo Stok, profesor del PAD- Escuela de Dirección, sostiene que, la gestión pública debe ganar eficiencia en el manejo operativo de sus funciones y realismo en la gestión financiera de los recursos del Estado.
Por Lucy Vicente Chamba. 27 marzo, 2023.
Stok Capella, profesor de Dirección Financiera del PAD- Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, remarca la importancia de contar con directivos de alta formación profesional, experiencia en el área laboral y valor humano para garantizar la calidad, promover la formalidad y evitar actos antiéticos en la gestión pública, en todos los niveles (nacional, regional y local).
¿Qué tan importante es la gestión financiera para optimizar el uso de los recursos públicos?
La gestión financiera es clave para optimizar los recursos públicos y privados. Los recursos públicos tienen una gran relevancia, porque son de todos los ciudadanos. El manejarlos bien es de mucha trascendencia para el desarrollo del país y esto es algo que tiene que aprenderse en las épocas buenas, porque en las de crisis, sin una experiencia de buen manejo, esto será difícil.
¿A qué objetivos de gestión financiera debe apostar la gestión pública?
Uno de los retos y aspectos más importantes de la gestión pública es procurar ganar eficiencia. Al Estado le cuesta mucho ser eficiente en su manejo operativo, por lo que tiene que haber un esfuerzo compartido de todos los niveles (nacional, regional y municipal).
En segundo lugar, se debe procurar que ese manejo financiero sea hecho con mucho realismo; y, hay que pensar no solamente en la cantidad, sino la calidad de recursos financieros.
¿Cómo asegurar una eficiente y eficaz gestión en entidades estatales, incluyendo al Congreso y el Ejecutivo?
La calidad de la gestión financiera depende de la calidad de los principales directivos. La exigencia para hacer un trabajo de calidad se transmite, necesariamente, desde la dirección, por eso, una gestión eficiente es una responsabilidad que nace desde la alta dirección.
La profesionalidad de las personas es muy importante. No solo me refiero a los títulos que pueda tener, sino a una experiencia de ejercicio profesional de buen nivel, es muy importante cómo ha desarrollado su experiencia profesional.
Otro tema relevante es la calidad humana de un profesional, esto es fundamental. Con mucho pesar, en lamentables casos de corrupción, hemos visto cómo personas que tal vez tenían el título correspondiente, a veces de manera fraudulenta, no tenían ninguna calidad humana al ejercer su función.
En esta línea, ¿a qué se debe, por ejemplo, que haya tantas obras inacabadas o mal hechas, o proyectos sin grandes avances?
Hay varios factores. Muchas veces, se hacen presupuestos partiendo de bases equivocadas, se piensa que una obra tendrá una dimensión y un costo cuando es imposible realizarlo.
En segundo lugar, se eligen proveedores que no tienen el nivel de ejecución requerido. Tercero, se piden requisitos sin sentido a los distintos proveedores, entonces se limita el acceso de los mejores, a los concursos y licitaciones.
¿Cómo debe actuar el Estado?
Es importante que el Estado comprenda que una obra de infraestructura no es solo la obra como tal, sino que incluye los aprovisionamientos de suministros colaterales que debe tener, de equipamiento final, acorde al diseño y los requisitos técnicos Sin estas previsiones, la obra no se culmina, se generan adendas de nuevos requerimientos, demoras, malos entendidos y posibles focos de corrupción.
¿Cómo lograr el uso eficiente de los recursos económicos de nuestro país?
Entran muchos componentes y esto, también, dependerá de cada sector y de las dimensiones que cada ministerio exige. Para el Ministerio de Salud, la eficiencia, puede ser algo crítico como la vida de las personas; mientras que para el Ministerio de Educación es la formación y educación de las niños y jóvenes.
Se destaca nuevamente el componente de dirección: hacen falta directivos preparados y de calidad. Además, está el tema de la asignación oportuna de los recursos, porque muchas veces hay profesionales muy buenos pero la disposición o disponibilidad de los recursos llega tarde o no llega; entonces no se pueden cumplir con los plazos y con un conjunto de actividades que estén perfectamente coordinadas para que los proyectos avancen. Yo soy un ferviente defensor de la poca presencia del Estado en la vida económica, el Estado empresario no es la mejor alternativa.
¿Por qué no es recomendable un Estado empresario?
La eficiencia del Estado se da en la medida en que fomente el desarrollo de la actividad privada, esta es una de sus grandes tareas; pero, esto significa un proceso largo y difícil de llevar a cabo.
En vez de hacer en las cosas, el Estado debe procurar que otros las hagan, esto se llama principio de subsidiaridad y consiste en crear las condiciones para que los ciudadanos, individualmente o agrupados, puedan desarrollar actividades, como lo establece la Constitución. El Estado debe promover la actividad privada y, al mismo tiempo, la competencia para evitar el monopolio; y, dar facilidades para la creación de empresas y fomentar la formalidad.
¿Cómo puede promover la formalidad?
Procurando hacer un diseño de su accionar simple, sencillo y menos agobiante. La informalidad no se reduce por decreto sino con reglas claras y menos intervencionismo. Cuando se ponen tantos requisitos laborales, tributarios y de regulaciones la gente prefiere ir por su cuenta y no entrar en este cauce legal que tiene tantas trabas.
Es verdad que el Estado pone las regulaciones con la idea de cuidar al ciudadano, por ejemplo, que no haya abusos en temas laborales o comerciales, pero debe tener un mínimo de regulación y no pasarse a un máximo que termina siendo ineficaz.
¿Qué se puede hacer para contar con buenos directivos en el Estado?
El Estado debe apelar a tener mejores profesionales con sueldos acordes a su función, de lo contrario, no tendrá a los mejores. También ocurre que cuando se ejerce la función pública se está expuesto a las críticas y juicios que le hacen la vida imposible a una persona.
Entonces, muchos profesionales buenos prefieren no ingresar a la función pública. Esto significa una descompensación profesional grande, se debe procurar el mismo nivel de talento en el sector privado y en el público para establecer un diálogo al mismo nivel de conocimientos.
Entonces, ¿cómo deben ser los directivos públicos y privados?
La responsabilidad de una función pública es muy importante y trascendente. Para ser un buen directivo, gerente o funcionario se requiere de un proceso de formación y de perfeccionamiento; y calidad y experiencia profesional. Y, el tercer elemento es la calidad humana. Debe ser ético, una persona con valores, entre los que destacan la puntualidad, el orden, la responsabilidad, la amabilidad y otros.
