En los últimos años, el ecosistema peruano de emprendimientos ha experimentado un proceso de crecimiento y dinamización. El surgimiento de startups, incubadoras, aceleradoras de negocios, y programas de promoción de actores públicos y privados ha significado un importante avance.
Por Gabriela Hernández. 31 julio, 2023. Publicado en Correo, el 31 de julio de 2023.Sin embargo, como destaca Eddie Valdiviezo, director de la Incubadora del Centro de Emprendimiento e Innovación Hub UDEP, todavía queda mucho por hacer.
En esta entrevista, Valdiviezo analiza el ecosistema emprendedor, destaca la labor integrada de los organismos estatales como ProInnóvate del Ministerio de la Producción y Concytec, con las universidades, las instituciones privadas, gremios empresariales y la cooperación internacional. Además, enfatiza en la importancia de este ecosistema como una de las principales fuentes de innovación para fomentar la competitividad de las empresas nacionales.
¿Cuál es el estado actual del ecosistema de las startups en el país?
Ha habido avances significativos, pero nuestro ecosistema de innovación y emprendimiento aún está en desarrollo. En el sector público, faltan leyes que impulsen y promuevan el desarrollo de las compañías tecnológicas y que faciliten correctamente la exportación de servicios tecnológicos y los mecanismos de crowdfunding, por ejemplo. Por el lado de las inversiones, se ha venido impulsando las venture capitals, fondos de inversión y redes de inversionistas ángeles para financiar a las startups en sus diferentes etapas, sin embargo, faltan más iniciativas de origen nacional. De hecho, las compañías peruanas, cuando buscan crecer en otros países, recaudan más capital extranjero -y con más facilidad- que peruano. Todavía falta un poco más de sensibilización o madurez en los inversionistas peruanos.
Las incubadoras y aceleradoras se van consolidando como actores más importantes en las etapas iniciales. Y, finalmente, sí que han aparecido más startups que van consolidándose en el mercado nacional e internacionalizándose. El ecosistema peruano va avanzando, la tendencia es positiva.
¿A qué se debe este crecimiento? ¿Qué ha cambiado con respecto a años anteriores?
La pandemia impulsó mucho la digitalización de los diferentes sectores y las barreras de entrada de las opciones de innovación se redujeron. Durante la pandemia, también hubo disponibilidad de liquidez para estos fondos de inversión a nivel nacional e internacional.
Últimamente, ha habido una contracción en la liquidez, sobre todo por tres factores internacionales. Desde marzo del 2022, la FED de Estados Unidos ha aumentado la tasa de interés de referencia 10 veces seguidas ha ocasionado que ya no se destinen tantos recursos a las startups pues se priorizan inversiones más conservadoras. También, ha influido el cierre de algunos bancos especializados en startups, como el Silicon Valley Bank. Finalmente, la guerra de Rusia y Ucrania. La industria de las startups es una de alto riesgo y, cuando suceden acontecimientos como éste, se adoptan comportamientos conservadores. En los últimos meses ha habido un estancamiento en los niveles de inyección de inversión en startups latinoamericanas.
¿En qué posición se encuentra Perú con respecto a otros países de América Latina?
Si bien el mercado peruano no es tan grande como el colombiano, el mexicano o el brasileño, sí tenemos una propuesta de valor interesante por la posición geográfica, la estabilidad macroeconómica y el talento nacional. Se están promoviendo las iniciativas correctas para seguir avanzando y aprender de los errores y aciertos de países como Chile, Brasil, Colombia y México.
¿Qué ventajas tiene el país?
Perú tiene una serie de ventajas competitivas con respecto a otros países de América Latina: la estabilidad macroeconómica, el sol peruano es muy estable y esto nos convierte en una plaza atractiva. Otra ventaja es el talento; cada vez más, el talento digital peruano cobra importancia. Tenemos casos de compañías extranjeras que están contratando a personal peruano para el desarrollo de tecnologías de software y hardware.
¿A qué sectores productivos o industrias pertenecen las startups en el Perú?
En Perú pasa algo interesante: las industrias más grandes, como la minería o la agricultura, no cuentan con una gran cantidad startups consolidadas. Por el contrario, los sectores que resaltan son el de las fintech -startups de finanzas digitales- y las edtech -startups de herramientas educativas digitales-. Además, destacan las industrias culturales, proptech-startups del sector inmobiliario, foodtech-startups del sector gastronómico, el turismo y las pymes. Aquí, el ingreso de la innovación a través de startups sí ha sido consistente.
¿Cuáles son los espacios de crecimiento para las startups peruanas?
La biodiversidad evidente del país y los productos que tenemos gracias a esta, también, abren una ventana de crecimiento. Creo que la puesta en valor de estos recursos será una ventaja en el futuro: las superfoods, los nichos de alimentación alternativa, productos naturales, etc. Las compañías que se posicionen en estos nichos tendrán ventajas importantes.
Creo que hay espacios de crecimiento para compañías peruanas en el sector del agro, de la pesca, biodiversidad, sostenibilidad, cambio climático porque son espacios donde hay muchísimo por hacer desde el Perú.
¿Qué actores entran en juego para hacer que el contexto peruano sea más propicio para las startups nacionales y extranjeras?
A nivel del sector público, están ProInnóvate (Ministerio de la Producción) con fondos concursables que promueven la innovación, ProCiencia del Concytec con fondos que promueven la investigación, PromPerú que juega un rol importante en la promoción de inversión extranjera en el país. En el sector privado, hay entidades interesantes como Cofide, y la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap). En el ámbito local o regional, están los gobiernos regionales, las cámaras de comercio, las universidades con sus diferentes espacios de innovación, incubadoras, aceleradoras. Cabe resaltar las iniciativas que promueven el Desarrollo de Ecosistemas Regionales desde ProInnóvate a través de stakeholders de diferentes regiones.
¿Y los actores internacionales?
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es un aliado importante en todas estas iniciativas. La cooperación internacional es crucial. Particularmente, agradecemos el apoyo de la cooperación coreana Koica, el Programa Suizo de Emprendimiento, las embajadas de Estados Unidos e Israel en Perú, la Friedrich Naumann Foundation y la Representación de Estado de Bavaria para Sudamérica de Alemania, British Council del Reino Unido, entre muchas otras.
Además, son muy importantes las inversiones internacionales que están entrando al Perú, como fondos, redes de inversionistas ángeles, etc. Sin embargo, tienen que encontrar en su par peruano a un aliado. Ahí necesitamos trabajar muchos más, fortaleciendo las redes de inversionistas peruanos.
¿Qué se está haciendo en el ámbito legal para la promoción de las startups?
Desde el sector privado, hay estudios legales que están promoviendo mucho esto, están entrando al tema de innovación y emprendimiento de manera especializada. Si nos vamos a la legislación peruana, todavía hay mucho por hacer; se echan en falta leyes de promoción y protección a las startups.
¿Por qué es importante promover este ecosistema?
La matriz empresarial peruana, en su gran mayoría, está conformada por las micro, pequeñas y medianas empresas. Estas, a su vez, suelen ser empresas tradicionales y aquí radica la necesidad de impulsar la innovación en el país a través de estas organizaciones.
¿Cómo aporta la promoción de la innovación al desarrollo del país?
Un claro ejemplo de la entrada de la innovación a una industria es el caso del restaurante Central, con una propuesta de valor que está basada en la innovación y desarrollo de nuevos insumos basadas en la biodiversidad peruana logra posicionarse como el mejor restaurante del mundo.
Es necesario promover la innovación en las demás industrias porque eleva la competitividad empresarial, y esto, a su vez, permite crecer a escala internacional. Si mejora la competitividad, se mejora la calidad de vida de los ciudadanos. La innovación eleva la valla, el estándar es más alto para competir en una industria: los clientes comienzan a esperar más y mejor de las compañías a las que les confían su dinero.
Es importante promover además que estas innovaciones resuelvan los desafíos reales y propios de las diferentes regiones del país: educación, alimentación, cambio climático, salud, entre otros.