Las inversiones, la infraestructura, la pesca, la agricultura, la educación y la salud son solo algunos de los sectores que se perjudican con la llegada de El Niño, más todavía si no son eventos débiles. El economista Germán Vega Acuña, comenta algunos aspectos de este panorama.
Por Elena Belletich Ruiz. 03 octubre, 2023. Publicado en el diario El Tiempo, el 30 de setiembre del 2023.El profesor Germán Vega, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura, refiere que, aunque “no podemos predecir lo que podría darse en los próximos meses, porque todo depende de la intensidad del Fenómeno El Niño, sí podemos mirar eventos pasados, para prevenir”.
¿Qué podría genera un evento El Niño en la economía del país?
Por ejemplo, El Niño del 83 generó pérdidas de alrededor del 6% de la producción en Piura, y el del 98 generó pérdidas del 3% (según el Midagri). El 2017, según el INEI, la producción cayó en 2,1% en los primeros 3 meses del año, y el sector agropecuario produjo menos 20% que el 2016. Finalmente, para este año, el MEF estima una caída del sector agropecuario de 0,5%, y para el sector pesca de 27,9%.
Hablamos de números que impedirían salir del bache económico en el que estamos.
¿Quiénes son los más afectados con la presencia de este tipo de fenómenos?
Generalmente, las poblaciones más afectadas son las que menores ingresos tienen. Poseen menos recursos para proteger sus viviendas o para afrontar el cierre de escuelas o de centros laborales. Además, muchos dependen de la agricultura familiar, y las lluvias afectan mucho a la infraestructura de riego, por ejemplo.
En Piura y otras regiones del norte del país, el efecto es más pronunciado; pero las otras regiones también padecen la escasez de productos provenientes del norte.
¿Qué aspectos de la vida del país y de las personas son los más afectados antes del fenómeno?
La inversión. Los anuncios de un posible Fenómeno El Niño hacen que las empresas dejen de invertir; por lo tanto, se genera menos empleo, lo cual afecta el ingreso de las personas. También, muchas personas deciden postergar viajes o consumos grandes (carros, casas) a manera de prevención. La contraparte es el mayor gasto en obras públicas, pero, generalmente, la caída en la inversión privada y del consumo tienen más peso.
Y, durante…
Las lluvias generan inundaciones que interrumpen el flujo de productos. Con ello se incrementan los costos de transportes y los tiempos de entrega de bienes. Estos dos procesos aumentan los precios en los mercados y supermercados. Además, las pérdidas de cultivos acentúan los efectos en los productos agrícolas. De hecho, este año, las regiones de la costa norte tuvieron las inflaciones mensuales más altas durante el periodo de lluvias.
Por otro lado, en Educación, se interrumpen las actividades escolares, lo cual afecta la acumulación de aprendizaje de los niños (ya golpeado por la pandemia); y, las actividades laborales. Este efecto es mayor para quienes ganan por jornada laboral (como el sector informal). Se suman las posibles pérdidas de infraestructura (viviendas), corte de servicios (luz, agua) o, incluso, pérdidas humanas.
¿Qué viene luego?
La experiencia la hemos vivido todos. Luego del evento, toma tiempo reconstruir las vías de comunicación y recuperar los cultivos. Por lo tanto, el efecto en los precios persiste unos meses (al menos), en especial si el fenómeno afectó el ciclo de algún cultivo o de algún pez (anchoveta).
Además, aparecen enfermedades (dengue) que afectan no solo la salud de las personas, sino las actividades laborales y educativas; y hay efecto sobre los niveles educativos, entre otros.
¿Qué factores o alertas de prevención ayudarían a paliar estos efectos socio-económicos?
Las autoridades, a todo nivel, deberían centrarse en realizar obras de infraestructura para proteger a la población. Por ejemplo, mantenimiento a los sistemas de agua y desagüe; prever vías de escape de los ríos, y reforzar las defensas ribereñas. Los recursos existen, pero hay problemas de gestión, así como de coordinación entre lo diferentes niveles de gobierno.
También, hace falta construir pozos para asegurar el suministro de agua para los agricultores, y puedan mantener su producción. Además, reforzar la infraestructura escolar. Actualmente, en la región, el 50% de los colegios tienen la necesidad de ser reconstruidos en su totalidad, y solo 1 de cada 4 tienen acceso completo a los servicios básicos de agua, desagüe y electricidad. Finalmente, se debe revisar los puentes y las vías de comunicación para evitar cortes que generen aumento en los precios.
¿Qué otros aspectos agudizan la problemática, luego de un evento El Niño?
La informalidad. En el Perú, 3 de cada 4 trabajadores son informales. Esta realidad agudiza los problemas del FEN. Por ejemplo, un trabajador formal ganará lo mismo, aunque no pueda trabajar por las lluvias; pero, el trabajador informal, ganará menos ese mes.
Por otra parte, la situación inicial es grave: la mitad de los piuranos ha tenido riesgo de no acceder a los alimentos necesarios en los últimos años. Con lo cual, los trabajadores informales no pueden darse una pausa, e igual buscarán generar ingresos en una situación inestable y peligrosa.
Además, en Piura, solo 1 de cada 5 familias tienen acceso las 24 horas a agua potable. En periodos de lluvia, el agua potable tiende a escasear por inundaciones de pozos. La mala infraestructura inicial facilita la propagación de enfermedades como el dengue porque las familias tienden a almacenar agua como precaución.
En la costa peruana, ¿qué otros problemas deberían preocupar a las familias, a las autoridades y a los profesionales que ayudan a buscar soluciones?
Muchas veces se pasa por alto los efectos en la educación. La acumulación de capital humano es clave para que un país alcance el desarrollo económico. La pandemia ya afectó mucho los aprendizajes de los niños y estamos en la peor crisis educativa de los últimos 100 años (Banco Mundial).
Según los resultados de la última evaluación del Minedu (2022), los niños comprenden menos los textos que leen y son menos capaces de resolver ejercicios matemáticos que antes de la pandemia. Las autoridades deberían comprometerse a hacer todo lo posible para que el FEN no afecte las clases de los escolares.
Algunas cifras
- Los eventos El Niño del 83 y del 98 generaron (en Piura) pérdidas en la producción del 6 y 3% respectivamente.
- Este fenómeno también afecta la educación, que atraviesa su peor crisis de los últimos 100 años, según el BM.
- En el Perú, 3 de cada 4 trabajadores son informales, uno de los sectores más afectados durante y después de El Niño.
Germán Vega Acuña
- Es profesor del departamento de Economía de la UDEP.
- Doctor en Economía por Universidad de British Columbia.
- Actualmente dicta los cursos Fundamentos de Econometría y Metodología de Investigación.