“La previsión [nos recuerda la Unesco] es una tarea importante de la educación superior que debe adelantarse a las necesidades y exigencias futuras y no limitarse meramente a adaptarse a las presentes”. Es el momento ideal para construir la paz duradera.
Por Luisa Portugal. 20 noviembre, 2023. Publicado en El Peruano, el 18 de noviembre de 2023.Tras una corta pero feroz guerra, la del Cenepa en 1995, Ecuador y Perú firman la paz el 26 de octubre de 1998, poniendo fin a 50 años de relaciones tirantes.
Han transcurrido 20 años y parece que ya está quedando atrás el clima de permanente tensión que afectaba a las poblaciones de frontera, como resultado de una cultura de la sospecha y la desconfianza que afectó durante muchos años la relación binacional. La tensa situación se agravaba cada cierto tiempo, al mismo tiempo que la violencia escalaba hasta desembocar en agresiones físicas y guerras.
Las desavenencias entre ambos países hermanos se originaron por problemas territoriales, desde antes que ambos empezaran su vida independiente (Perú en 1821 y Ecuador en 1830), acentuándose a medida que transcurrían los años. La desinformación y manipulación de la información, el hostigamiento, el aislamiento, las agresiones físicas y morales y los enfrentamientos bélicos representaron una constante en la relación. Todo ello trajo consigo, a su vez, la incomunicación, el desconocimiento uno del otro, la pobreza, la obstrucción del desarrollo social, económico y cultural en las zonas de frontera y hasta muertes inútiles a través de guerras que se produjeron desde 1858 a 1995.
Hastiados de las hostilidades y enfrentamientos militares, que durante décadas obstaculizaron todo tipo de desarrollo en la región fronteriza (económico, social, cultural y científico), a comienzos de los años 90 la sociedad civil decide intervenir, principalmente a través de sus universidades de frontera.
El acontecimiento marcó el inicio de una nueva convivencia entre las dos naciones. Si bien, nadie pondrá nunca en duda la participación diplomática de los países garantes, en la búsqueda y logro de una solución definitiva, en esta ocasión, y por primera vez, la sociedad civil fronteriza tuvo (aún lo tiene) un protagonismo especial en la conquista y mantenimiento de la paz.
En 1992, ocho rectores diseñaron una estrategia de paz entre los dos países. Se daría entonces, el mismo año, la creación de la Asociación de Universidades del Sur de Ecuador y Norte del Perú (Ausenp) para fortalecer la relación entre las poblaciones fronterizas y tener voz y voto en las decisiones políticas que se tomaban, sobre el destino de la región, generalmente en Quito y Lima. La Universidad se convierte en un socio estratégico de la diplomacia oficial y en un actor de la diplomacia ciudadana. El nacimiento de la Ausenp –en palabras de sus fundadores – responde a un sueño: “el sueño de una paz definitiva entre estos dos países’”.
Tras la guerra del 95, la “Comisión de Vecindad peruano – ecuatoriano”, establecida en 1998 por el “Acuerdo Amplio Peruano Ecuatoriano de Integración Fronteriza, Desarrollo y Vecindad”, impulsará también el proceso de fortalecimiento de la paz, presidida entonces por los cancilleres de ambos países y representantes de la sociedad civil. Se constituyó así esta comisión, en el marco apropiado, para desarrollar las iniciativas de la sociedad civil. En este contexto del Acuerdo nace el denominado Plan Binacional de la Región Fronteriza Perú – Ecuador (2000 – 2009). La Ausenp se convierte en socio estratégico del Plan Binacional el 2004.
En 1998, la Ausenp y el Centro para el Desarrollo Internacional y Manejo de Conflictos de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), reunieron por primera vez a 22 profesores en el I Taller de Diplomacia Ciudadana. Desde entonces y hasta hoy, a través de 22 talleres binacionales, más de mil participantes, entre estudiantes y profesores, seguimos construyendo la paz y una auténtica integración.
Otro proyecto estratégico fue el Programa de Capacitación de Periodistas para la Consolidación de una Cultura de Paz en la zona de frontera Perú – Ecuador, en el que participaron 80 periodistas con liderazgo en la región fronteriza (costa, sierra y selva), realizado del 2001 al 2003.
Hemos logrado muchísimo; sin embargo, aún no nos conocemos lo suficiente, persiste un clima de sospecha y desconfianza. Por esta razón, urge que la universidad de frontera impulse la creación de centros especializados en asuntos de la frontera donde se concentre la investigación y el diseño de estrategias sobre los temas que afectan la convivencia como la inmigración ilegal, políticas xenófobas, narcotráfico, contrabando, actos delincuenciales y terroristas; mala distribución y uso de las riquezas naturales y atentados a la ecología; conocimiento de la “otra cultura”, desigualdad de recursos y escenarios de extrema pobreza.
“La previsión [nos recuerda la Unesco] es una tarea importante de la educación superior que debe adelantarse a las necesidades y exigencias futuras y no limitarse meramente a adaptarse a las presentes”. Es el momento ideal para construir la paz duradera.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.