¿Por qué se eligió el 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer? Se sabe de la intensa lucha que muchas mujeres asumieron entre logros y tragedias, pero no que las primeras semillas se pusieron en 1848 con la primera Convención Nacional por los Derechos de las Mujeres.
Por Eva Preciado Aparicio. 08 marzo, 2024. Publicado en Diario El Peruano 8 de marzo del 2024La historia tomó relevancia el 23 de noviembre de 1909, con la Marcha de las 20 000, una huelga laboral de 11 semanas en la industria de las camisas de Nueva York, liderada por Clara Shavelson.
Lamentablemente, en 1911 hubo una tragedia, por la indiferencia y negligencia de los dueños de la Triangle Shirtwaist Factory, que ocasionó el deceso de 146 personas (129 de ellas mujeres) que murieron por el fuego, la inhalación de humo o los desesperados saltos al vacío. Esta indignación da lugar a lo que sería el fin principal de cada 8 de marzo: conmemorar la tragedia de estas mártires, como símbolo de la lucha.
Si bien el incendio no ocurrió un 8 de marzo, se eligió el día debido a Clara Zetkin, socialista alemana, quien sugirió conmemorar el Día de la Mujer a nivel global. Entre las diferentes versiones para definir la fecha exacta, hay una que es más aceptada y se trata de la huelga impulsada por Alexandra Kollontai bajo el lema “Pan y Paz”, que tuvo lugar el 23 de febrero en Rusia, equivalente al 8 de marzo en occidente.
Desde entonces, ¿qué país ha alcanzado la ansiada igualdad de género? Es inevitable pensar que tras más de 150 años de lucha aún existan desigualdades y que estamos muy lejos de erradicarlas. Es válido diferenciar la igualdad de género como un objetivo final y la equidad como un medio para lograrlo.
¿Es la igualdad de género una lucha infinita? Equal Measures 2030, en el Índice de Género de los ODS, presenta datos sobre la igualdad de género en 144 países; aludiendo a que, si en 2020, más de 3000 millones de niñas y mujeres vivían en países con puntajes “bajos” o “muy bajos” en materia de igualdad de género, si la tendencia continúa, el puntaje global llegará a solo 71 sobre 100 para el 2030. Por ello, se dice que ningún país ha cumplido con la promesa de igualdad de género concebida en los ODS.
El Foro Económico Mundial (FEM) publica anualmente el Global Gender Gap Report, que el 2020 estimaba que se necesitarían 99,5 años para eliminar las desigualdades de género en el mundo, mientras que el 2022, estimó que se necesitarán 132 años; lo que significa que la pandemia de COVID-19 ha retrasado el logro de la igualdad a una generación más.
La edición 2023 del informe Panorama de Género, publicado anualmente por la ONU Mujeres y Undesa, estima que 340 millones de mujeres (niñas y adultas) seguirán viviendo en la pobreza extrema en 2030. Según la Unesco, a través de la base de datos Women in Science, menos del 30% del personal de investigación en todo el mundo son mujeres y, según el informe “I’d blush if I could: closing gender divides in digital skills through education”, solo el 17,5% de las personas que trabajan en el sector tecnológico son mujeres; el 36,2% de los estudiantes en las carreras STEM y el 29,2% de las carreras de TIC son mujeres. Asimismo, las mujeres ocupan solamente el 24% de los puestos de trabajo en el sector digital; y solo el 6% de los desarrolladores de software y aplicaciones móviles en todo el mundo son mujeres.
Y en el Perú, ¿qué ocurre? Según el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), en los últimos 10 años, el Índice de Desigualdad de Género (IDG), elaborado por el PNUD, revela que el Perú ha reducido la desigualdad entre hombres y mujeres en 0,04 (de 0,43 a 0,39), situándose en el puesto 87 de 162 países. Sin embargo, aún está por encima del promedio de América Latina (0,389) y el Caribe, y del grupo de países con alto desarrollo humano (0,340). De acuerdo con el Observatorio Nacional de Prospectiva del Ceplan, la salud, la educación, la política y la economía son las brechas de género más relevantes en el Perú.
En conclusión, mujeres y hombres debemos actuar juntos, para convertir la utopía en realidad. “La igualdad de género también es asunto tuyo”, dijo Emma Watson (2014), quien fue embajadora de buena voluntad de la ONU Mujeres, cuando presentó su campaña mundial de solidaridad, HeForShe, que insta a los hombres y niños a convertirse en aliados para lograr la igualdad de género. No buscamos un trato preferencial, buscamos justicia social. “No podemos avanzar todos si a la mitad se nos deja atrás”, dice Malala Yousafzai (2013), activista por la educación de las niñas y premio Nobel de la Paz.