Emolienteros, emprendedores que ofrecen bebidas medicinales a precios accesibles, son parte de la cultura piurana. Enfrentan retos como la disminución de ingresos y la inseguridad, pero su esfuerzo y carisma los mantienen en el negocio.
Por Fabiola Alcas. 03 junio, 2024. Publicado en diario Correo el 2 de junio del 2024El piurano es altamente ingenioso a la hora de llevar un plato de comida al hogar, realizando diversas actividades económicas que, en su mayoría, son muy tradicionales y, a la vez, informales.
Hoy hablaremos de la venta de emolientes, un negocio que se remonta a años atrás y ante el cual muchos, en alguna oportunidad, nos hemos detenido a tomar una buena y saludable bebida, pues los podemos encontrar en diversos puntos de nuestra región.
¿Qué tiene este negocio que perdura a lo largo de los años? ¿Cuáles son los retos que enfrenta? Los emolienteros, como muchos, son emprendedores que, además, de mostrar un gran carisma, el esfuerzo que vuelcan en el desarrollo de sus actividades, tanto en la compra de insumos como en la preparación, tiene como propósito cubrir las necesidades básicas del hogar.
Algunos han sido entrenados por sus familiares, quienes les han inculcado las mejores destrezas para ejercer esta labor, que se considera un arte. Ofrecen dos productos básicos: clásico y especial y, como en todo negocio, siempre se puede preparar una bebida más personalizada, de acuerdo con los requerimientos del cliente.
Estas infusiones medicinales naturales se presentan como una alternativa y a un precio accesible. Un carrito ensamblado, cocina a gas y un foco para iluminación son básicos, porque la atención preferentemente es por la noche o madrugada.
Quienes se dedican a este tipo de negocio conocen la importancia del esfuerzo, de la iniciativa y de levantarse con ánimo y energía para salir cada día a alcanzar sus metas. Sin embargo, los retos que enfrentan son muchos, como la disminución de ingresos de los consumidores, la inseguridad a la que se exponen al trabajar a altas horas de la noche y, dado que son informales, la ubicación puede variar y, en algunos casos, pierden clientes potenciales.
Sin duda, este negocio es parte de lo que he denominado “radiografía del emprendimiento piurano”.